“Si bien los puentes de Piura no colapsaron durante el período lluvioso, tampoco significa que no estén dañados, por ello, urge una inmediata inspección a detalle”, opinó el ingeniero civil de la Universidad Nacional de Piura (UNP), Luis Morán Yáñez.
Indicó que los puentes tienen elementos muy delicados, los cuales necesitan monitoreo constante para saber si requieren o no cambios, más aún después del 27 de marzo, fecha del desborde del río.
Morán Yáñez señaló que en otras economías, invertir en inspección y mantenimiento es mejor porque son más rentables para la sociedad en lugar de reemplazar puentes colapsados.
En ese sentido, dijo esperar que en esta reconstrucción se incorporen equipos inteligentes de control de los puentes. Ejemplo de ello, sería el incorporar en los tableros de los puentes un sistema de software para que desde la central de la institución que los administra, se vea si existen problemas de socavación u otros.
“Eso se llama instrumentar los puentes para tener información real y verídica cuando los puentes están sometidos a eventos extremos y también durante su tiempo de servicio”, aseveró.
El especialista explicó además que la mayoría de puentes colapsados en la región no han sido por un problema de sismos sino por problemas del agua como un Fenómeno El Niño (FEN), lo cual ocurre por errores y deficiencias en las estimaciones de los máximos caudales de diseños.
Comentó que cuando se diseña un puente, uno de los principales estudios es el hidrológico e hidráulico, sin embargo aquí hay problemas porque los datos con los que se diseñan esos parámetros no son suficientes, por ello encontramos puentes que son sobrepasados por las avenidas de agua.
Por ello, recomendó exigir como manda el reglamento de diseño de puentes vigente del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), el cual plantea una altura libre mínima de 2.5 metros, entre el máximo nivel de agua que se espera y el fondo de vigas del puentes, esto para no tener puentes cuyos niveles de agua los choquen o sobrepasen.
Además, pidió que todos los proyectos de construcción de puentes que se elaboren estén disponibles para que los especialistas puedan dar su opinión, y no estar reservados ni encerrados en el interior de instituciones.
