«PROVEEDOR DE AFECTO»

Me hubiera encantado que mi padre me hubiera abrazado y consolado en vez de gritarme y decirme «Los hombres no lloran» cuando me caí por primera vez aprendiendo a manejar bicicleta, o cuando me caí jugando futbol.

Me hubiera encantado que mi padre me hubiera dicho que me quería y que le importaba pero no, eso es cosa de mujeres. solía escuchar.

Se preocupaba por no traicionar su masculinidad hegemónica, aquella masculinidad que originaba discusiones con mamá. desigualdades. Por suerte la logré a identificar y ahora que mi padre ya tiene una edad avanzada, nunca nos fue tarde para reflexionar y empezar.

¡PERDÓN!

Sí perdón, un gran paso para el cambio que está en nosotros. el cambio es sólo de valientes. Ahora soy padre de familia, expreso mis emociones, ejerzo  una paternidad responsable y muestro mis sentimientos con mi hijo e hija.

Los hombres. sí tenemos sentimientos, sino que nos mutilaron desde pequeños con el perjuicio de que sólo lo expresaban las mujeres, sino éramos débiles y la debilidad es traición a la masculinidad.

lo bueno es que ahora sabemos que existen las nuevas masculinidades, donde debemos expresar nuestras emociones, vivir una relación de igualdad con mi pareja, y construir una familia feliz.

«seamos proveedores de afectos»

Te invito a escuchar mi microprograma y continuar reflexionando: