Gianelly Katherine Coronado Rojas (22) policía de Chiclayo presintió su muerte. Un día antes de su sangriento asesinato acudió a la comisaría de La Victoria , en Chiclayo, a denunciar a su expareja Fidel Coronado Barturén (24) por violencia familiar, sin embargo nadie la protegió.
Su expareja, un suboficial de la Policía, que trabaja en la División de Unidades de Emergencia (Radiopatrulla de Chiclayo), la estranguló y acabó con su vida, la madrugada de ayer jueves 21 de setiembre. Primeras informaciones indican que Fidel la mató en un arranque de celos, luego de encontrar en el celular de ella los mensajes que otro hombre le enviaba.
Los padres de la joven, acudieron en su auxilio al oír los gritos. El padre derribó la puerta de la calle a patadas y se encontró con una macabra escena: su hija estaba en el suelo y sobre ella su ex pareja con las manos ensangrentadas.
Niño en la orfandad
Con apoyo de unos vecinos Katherine fue llevada al hospital Aguinaga de EsSalud, pero ya era tarde; mientras que Fidel fue trasladado al hospital de Sanidad, pues se habría intentado cortar las venas de las manos y la yugular. Allí le salvaron la vida.
Los familiares de la joven policía creen que la intención de Coronado era también asesinar a su pequeño, pero este se había quedado en casa de su abuela, ya que quizá su madre presintió que algo malo sucedería. En la pared de la casa, Fidel escribió con su propia sangre: “Te amo Kalel”, quien sería su hijo.
Fuente: La República/José Rivas
