Piura: Profesor acusado de abusar sexualmente de cuatro niñas retorna a las aulas gracias a la UGEL

Composición: Wayka

Redacción: Wayka

En mayo del 2018, “Nicole” le confesó a la psicóloga de su colegio la razón por la que había quedado sumida en depresión a sus cortos 15 años: aprovechando su cargo como profesor de primaria, Víctor Manuel Santos Vilela abusó reiteradamente de ella siendo una niña, y ese violento recuerdo no había dejado de perseguirla desde entonces.

El director de su colegio “José Carlos Mariátegui”, ubicado en el distrito piurano San Juan de Bigote, procedió a separar al docente de sus labores. Asimismo los padres de Nicole ingresaron inmediatamente la denuncia en sede fiscal.

La adolescente acusó a Víctor Santos de empezar el abuso el año 2009, cuando tenía 6 años y cursaba el primer año de primaria. Además, confesó que no fue la única víctima. Habían 3 niñas más, quienes luego de ser citadas por la Fiscalía, corroboraron los hechos y formalizaron sus denuncias con sus apoderados.

Según relató la adolescente, el profesor las llevaba con engaños a su casa para dictarles clases de reforzamiento y, ante la ausencia de su esposa, las forzaba a ver pornografía para luego abusar de ellas mediante violación y tocamientos indebidos en una de las habitaciones de su domicilio. La situación se sostuvo hasta que ella cumplió 10 años, cuando inició la pubertad.

Durante todo ese tiempo Nicole no pudo contarle a su familia lo que había pasado porque la presencia del docente en el colegio la intimidaba. En el mismo año de la denuncia, la menor se trasladó a otra escuela y domicilio, lejos del lugar donde su infancia fue abruptamente interrumpida.

Severo daño psicológico

Aquella etapa traumática dejó en Nicole una herida que aún no ha terminado de cicatrizar. Su tía, quien la ha acompañado en este difícil proceso, asegura que no ha sido una tarea fácil el intentar recuperar la tranquilidad de su sobrina. Nicole constantemente sufría de fuertes episodios de ansiedad, sobre todo cuando debía ir a la Fiscalía para seguir con el proceso de su denuncia.

“Yo tuve que acompañarla al colegio todos los días. Ella tenía miedo. Sus manitos bien frías se le ponían. Así siguió hasta que poco a poco se fue soltando”, comentó. Hasta ahora Nicole sigue teniendo ataques de ansiedad y depresión, por ello, en su hogar han decidido ya no tocar más el tema y no contarle cómo va el proceso de la denuncia.

Además del acompañamiento de su tía, Nicole ha recibido también capacitaciones por parte del programa Horizontes, promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca). Este proyecto estuvo presente en el colegio en el que la menor estudiaba y tiene como fin desarrollar las capacidades y habilidades socioemocionales de los alumnos y alumnas del alto Piura.

«La menor ha tenido una afectación psicológica cognitiva conductual, ocasionando aislamiento social, el no querer relacionarse con su entorno, incluyendo su familia. Sobre todo, ha afectado su personalidad y se ha visto en ella la ausencia de su cuidado personal y desesperanza para continuar con su proyecto de vida”.

Lury Prado Chávez, psicóloga y especialista del programa Horizontes para la región Piura, indicó que encontraron a la menor muy afectada, en un cuadro de “depresión, negatividad e inestabilidad emocional” por lo que le había sucedido.

“La menor ha tenido una afectación psicológica cognitiva conductual, ocasionando aislamiento social, el no querer relacionarse con su entorno, incluyendo su familia. Sobre todo, ha afectado su personalidad y se ha visto en ella la ausencia de su cuidado personal y desesperanza para continuar con su proyecto de vida”, remarcó Prado sobre el estado psicológico de Nicole.

Justicia lenta

Han pasado más de tres años desde que iniciaron las investigaciones contra Víctor Santos por los abusos sexuales a sus cuatro exalumnas. El caso de Nicole se encuentra en estado de acusación por la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Morropón (Caso Nro. 1237-2018), a cargo del fiscal Iván Periche Galán.

Nicole cambió de escuela y de casa, terminó la secundaria y ahora, con la mayoría de edad cumplida, sigue esperando justicia por ella y por sus compañeras. El proceso de investigación, además de no haber avanzado con la debida urgencia, ha significado un gran peso para ella y sus familiares.

La sede fiscal a cargo del proceso de Nicole queda a 44 km de su actual domicilio. Foto: Malú Ramahí

Nicole y su familia viven en una humilde casa de adobe, en un centro poblado que se encuentra a 40 minutos aproximadamente de la sede fiscal. Cada viaje que realizaban para acudir a las citas significaba un gran gasto para la familia, presupuesto que se fue agotando poco a poco debido a su precaria situación económica.

Debido a las medidas tomadas para contrarrestar los contagios por la Covid-19, las audiencias pasaron a ser virtuales, pero la familia de Nicole desconoce cómo usar las aplicaciones de videollamada. “No sé (usar Google Meet), solo uso mi celular para llamadas”, señala el padre.

El papá de Nicole, un hombre que vive del día a día, dice sentirse cansado del complicado y lento proceso legal que le ha tocado afrontar para buscar justicia. “De la denuncia hasta aquí no ha pasado nada. Me decían que vaya, iba, no encontraba, vuelta me regresaba, tenía que ir nuevamente, y así no más me tenían. Yo ya no quería saber nada de eso”, contó.

Además, debido a las medidas tomadas para contrarrestar los contagios por la Covid-19, las audiencias pasaron a ser virtuales, pero la familia de Nicole desconoce cómo usar las aplicaciones de videollamada. “No sé (usar Google Meet), solo uso mi celular para llamadas”, señala el padre.

Agresor regresa a las aulas

El 14 de septiembre de 2018, la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) de Morropón emitió la Resolución Directoral Nro. 2795-2018 destituyendo temporalmente al docente Víctor Santos, debido al “testimonio suficiente” de Nicole y a la evaluación psicológica que se le realizó en el colegio.

En efecto, según el artículo 49° de la Ley 29944 de la Reforma Magisterial, es causal de destitución la falta muy grave de “realizar conductas de hostigamiento sexual y actos que atenten contra la integridad, indemnidad y libertad sexual tipificados como delitos en el Código Penal”, esto sin considerar alguna sentencia penal de por medio.

Sin embargo, Santos apeló ante el Tribunal de Servicio Civil (SERVIR), en donde manifestó que no existen pruebas contundentes para su destitución, y que se estaría vulnerando su derecho al trabajo. En su descargo, el docente también señalaba que todo se trataría de una venganza por una rencilla que tuvo con el anterior director del colegio.

Finalmente su destitución fue declarada nula tres meses después, luego de que el Tribunal del SERVIR fallara a su favor el 6 de diciembre de ese mismo año mediante la Resolución Nro. 002427-2018-SERVIR/TSC-Primera Sala. El órgano administrativo indicó que la UGEL no había adjuntado suficientes medios probatorios que corroboren la denuncia de la adolescente.

El presunto agresor volvió a las aulas de primaria. Foto: Cortesía del CIPCA

Lo mismo sucedió con los casos de las otras tres menores que hablaron sobre los abusos sexuales. La UGEL de Morropón, tras recoger los testimonios de dos de ellas, lo volvió a destituir el 25 de agosto del 2020 mediante la Resolución Directoral Nro. 002460-2020. Esta vez el docente solicitó una “reconsideración” de la sanción y la prescripción de su caso a la misma UGEL, la cual, junto con un pronunciamiento del SERVIR, le dio la razón, y el docente pudo regresar a sus labores en enero del 2021.

“Desde la UGEL me comunicaron que el profesor Víctor Santos Vilela había sido repuesto a su trabajo por disposición de un organismo que se llama SERVIR. Yo he pedido para que me hagan llegar la resolución pero nunca lo hicieron”, manifestó el director de la I.E. José Carlos Mariátegui.

De acuerdo con la Resolución Directoral Nro. 002581-2020 que emitió la UGEL el 13 de octubre de 2020 , ya se había vencido el plazo de 4 años para determinar la responsabilidad de la infracción desde la última vez que se cometió, conforme al artículo 252º del Texto Único Ordenado de la Ley Nº 27444. Sin embargo, en este caso, no se tomó en cuenta que los delitos se dieron a conocer entre el 2018 y el 2019 porque las víctimas tuvieron miedo de hablar sobre los abusos durante más de 8 años.

Miguel Delgado Guerrero, actual director del colegio José Carlos Mariátegui, confirmó que Santos sigue trabajando como docente. Según declaró para Wayka, la oficina de contrataciones de la UGEL de Morropón lo llamó a finales de octubre del 2020 para informarle que el profesor iba a regresar al colegio, y que no era necesario seguir contratando a su suplente.

“Desde la UGEL me comunicaron que el profesor Víctor Santos Vilela había sido repuesto a su trabajo por disposición de un organismo que se llama SERVIR. Yo he pedido para que me hagan llegar la resolución pero nunca lo hicieron”, manifestó Delgado.

Wayka también se comunicó con el director de la UGEL de Morropón, Edilberto Calle Peña. El director fue el encargado de firmar la resolución que anula la destitución de Santos y que a su vez autorizaba la prescripción de su caso.

Calle nos pidió llamarlo cuatro días después para agendar una visita en la UGEL con el fin de brindarnos toda la información sobre el caso, pero esto nunca sucedió: el director renunció intempestivamente a su cargo “por motivos personales”, un día antes de la llamada pactada con este medio.

Sospechosos argumentos

Sobre la primera destitución, Felipe Vílchez, secretario de la Comisión de Procesos de la UGEL Morropón, quien tuvo a cargo el caso de Nicole y sus compañeras, señaló que no se pudo recoger las pruebas suficientes porque se trataba de un caso muy delicado en el que se debía evitar revictimizar a la víctima.

“Hay situaciones y denuncias en las que sí es factible tomar la declaración de la agraviada, de repente hay alguna docente, o compañeras que pueden prestar un testimonio, pero estos casos de violencia sexual son tan delicados que casi el 95% ocurren en la clandestinidad, es decir, que solo lo sabe el agresor y la víctima”, señaló.

Asimismo hizo énfasis en que SERVIR exige presentar muchas más evidencias para probar que los docentes acusados de violencia sexual merecen ser destituidos. “Si lastimosamente no obtienes algo más, ese docente, por más que lo sanciones, lo van a absolver”, indicó Vílchez.

“Ningún documento puede justificar el retorno de este docente. De repente el director (de la UGEL) cree que él debe evaluar si hay medidas probatorias o no, eso no corresponde al director, eso le corresponde al Ministerio Público. Lo que tiene que hacer el sector educación frente a una denuncia como esta es separar inmediatamente al docente”.

Sobre esto, Maritza Bobadilla, integrante y ex coordinadora del Colectivo Por la Igualdad de Género en Piura, mostró su preocupación por la reincorporación del docente, y señaló que ante cualquier denuncia se debe primar la protección de las y los menores afectados.

“Ningún documento puede justificar el retorno de este docente. De repente el director (de la UGEL) cree que él debe evaluar si hay medidas probatorias o no, eso no corresponde al director, eso le corresponde al Ministerio Público. Lo que tiene que hacer el sector educación frente a una denuncia como esta es separar inmediatamente al docente”, enfatizó

Por su parte, el director regional de educación de Piura, Elvis Bonifaz, manifestó que frente a las decisiones administrativas de la UGEL y del SERVIR no se puede hacer nada. “No solamente vas a decir que el profesor tocó a la alumna y ya deben botarlo, separarlo, no es así. Si ha sido reincorporado es porque no le han encontrado pruebas”, dijo.

Habrían más víctimas

Una fuente cercana a Nicole aseguró haber recibido un testimonio por parte de otro padre de familia, quien le contó que el mismo profesor también citó a su menor hija para un reforzamiento pero no la dejó ir, por lo que sospecha que pueden existir más víctimas.

Cuadro de procesos penales por delitos contra la indemnidad sexual que enfrenta Víctor Santos.

Actualmente Víctor Santos afronta tres procesos penales por violación sexual de menor de edad, y uno por actos contra el pudor. Una quinta denuncia en su contra, realizada en marzo de este año por el delito de actos contra el pudor, fue archivada recientemente, tras una sorprendente investigación sumaria que culminó en septiembre.

Wayka se comunicó con el docente para conocer sus descargos pero no obtuvimos respuesta alguna. En su lugar, recibimos la llamada de su abogado, el cual evitó dar declaraciones sobre el tema y pidió mantener en reserva la investigación.

Este artículo fue publicado originalmente en: Wayka

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