Piura: ley exige que colegios sean inclusivos, pero no hay presupuesto para contratar profesores capacitados 

El 20 de septiembre, la madre de familia Karina Salazar Sánchez denunció que sus dos hijas, de 14 y 16 años, son víctimas de acoso en el colegio Almirante Miguel Grau de Piura. La menor de 16 años tiene retraso mental moderado diagnosticado y, según la denuncia, fue atacada junto a su hermana por otros dos estudiantes en uno de los baños de la institución educativa.

El pedido de ayuda de Karina Salazar llegó a distintos medios de la región, el caso aún está en proceso de solución con los directivos del colegio y los especialistas de la Unidad de Gestión Local de Piura, sin embargo, la madre de las menores no ve una solución cercana al problema. 

En conversación con Cutivalú, explicó que ambas hermanas cursan el 1° año de secundaria y su hija de 14 años cuida de su hermana de 16, debido a las dificultades que presenta la última en el aprendizaje. Sin embargo,después de denunciar el caso de acoso, ninguna quiere regresar al colegio, temen encontrarse con los presuntos agresores. 

“Yo tampoco puedo cambiarlas de colegio, no hay otros lugares cerca y no podemos pagar pasajes o una movilidad porque mi esposo está enfermo, no está trabajando y, ahora que mis hijas están en casa, yo tampoco puedo trabajar, tengo que quedarme a cuidarlas”, comentó. 

Por su parte, el director de la I.E. Almirante Miguel Grau, Luis Crespo, anunció en conferencia de prensa que el colegio está actuando de acuerdo al protocolo para dar solución al caso en cuestión. “Estamos siguiendo el protocolo que manda el Ministerio de Educación, se han hecho las intervenciones y entrevistas, estamos llamando a niños testigos, a los supuestos agresores (…). Hemos tenido reuniones con los padres”, declaró. 

También la Unidad de Gestión Local (Ugel) de Piura intervino en el caso. El director Crespo señaló que, en coordinación con el equipo de Convivencia de esta entidad, se logró denunciar el caso en la plataforma Siseve y convocar a los padres de familia a reuniones con la especialista de la Ugel. 

Otros problemas se develan

Aunque se ha activado el protocolo para atender el caso de bullying, Karina Salazar no encuentra una solución a su situación. Sus dos hijas no quieren volver al colegio y, dentro de poco, cumplirán un mes sin asistir a las aulas. 

De momento, el colegio ha referido a las y los estudiantes implicados al centro de salud de Santa Julia para recibir asistencia psicológica. Sin embargo, otros problemas quedarán pendientes en el caso. 

¿Es correcto que, en horario de estudio, la menor de 14 años deba estar pendiente de su hermana con un retraso mental diagnosticado? ¿La adolescente de 16 años debe cursar el mismo grado que su hermana menor? El director señaló que, según los testimonios, el caso de violencia se inició porque los alumnos no querían trabajar en grupo con la niña inclusiva. ¿Es la primera vez que esto sucede?

En el 2021, el Ejecutivo realizó modificaciones a la Ley General de Educación, con el fin de “promover una educación inclusiva en todas sus etapas y modalidades”, además de “atender el problema de la alta tasa de exclusión educativa e inadecuada atención a la diversidad de estudiantes”.

Sin embargo, el propósito quedó solo en papel, pues, según el especialista en Educación Básica Especial de la Ugel Piura, Jorge Estela Pérez, los colegios nacionales no cuentan con personal especializado o capacitado para atender a niños y adolescentes con habilidades diferentes. “Durante la presidencia de Alan García también se decretó que cada colegio debía contar, por lo menos, con un psicólogo, pero nada de esto pasa en realidad, los colegios no cuentan con los recursos para contratar a especialistas”, sostuvo. 

En el caso de las hermanas del colegio Almirante Miguel Grau, Estela Pérez indicó que la adolescente de 16 debe estar en el 3° año de secundaria, grado que se asigna de acuerdo a su desempeño y al correcto seguimiento de los padres de familia. Además, indicó que, probablemente, la adolescente inclusiva fue asignada al cuidado de su hermana menor porque el tutor no puede hacerse cargo de ella en el aula durante toda la jornada escolar. 

“Los profesores cambian de turno, van a otras aulas. Aunque no es lo correcto, tal vez se pensó que dejarla junto a su hermana era la solución más viable, ya que no hay profesores asignados especialmente para estos alumnos, porque además, hay que tener en cuenta que en el colegio hay otros niños con condiciones similares”, dijo en entrevista con Cutivalú. 

El Estado emitió una norma que no es capaz de sustentar y, como confirmó el especialista, no es la primera vez que sucede en el sector Educación. De momento, Cutivalú alcanzó los datos de las menores para que el especialista de la Ugel pueda dar un seguimiento alterno al caso de las menores. 

Piden ayuda económica

Por otro lado, la señora Karina Salazar pidió ayuda a las autoridades regionales y nacionales, pues su familia no cuenta con una casa propia. Temporalmente están alojados en la vivienda de un familiar, su esposo no puede caminar debido a un tumor en la pierna cuyo tratamiento no puede costear por la falta de trabajo y de tiempo, al tener que cuidar de sus hijas y de su esposo.