Comentario: Belia Concha
La violencia de género es cualquier acto consciente e intencional de dañar a una mujer física, psicológica, sexual o económicamente, por no cumplir con las normas que la sociedad le impone por el hecho de ser mujer.
Si es física hay que tener en cuenta que las expresiones van desde empujones hasta el feminicidio; si es psicológica, las manifestaciones van desde la aceptación de bromas o chistes sexistas hasta la agresión verbal que busca ofender y menospreciar a la mujer; a nivel sexual, se considera que una mujer es violentada cuando es víctima de palabras obscenas, chantajes sexuales, hasta llegar a los tocamientos y la penetración.
La violencia económica tiene como fin perjudicar los recursos económicos o patrimoniales de las mujeres. Si tú pareja no te permite trabajar ni estudiar, si le tienes que pedir dinero a él para tus gastos y el de tus hijos, si él decide sobre tú sueldo, lo maneja y administra, si no te quiere pagar por la alimentación de tus hijos, si ganas menos que tu compañero de trabajo, teniendo la mismas responsabilidades y carga laboral.
Esta situación es producto de la cultura patriarcal en la que el hombre se siente superior a la mujer y la mujer inferior, subordinada, y dependiendo emocional y económicamente del varón, lo que la obliga a vivir, permanentemente, atemorizada y amenazada, vulnerando su derecho a una vida libre de violencia.
Mientras esta situación continúe las mujeres vivirán con miedo desde que nacen hasta que mueren, o hasta que se implemente un modelo educativo, políticas públicas, que progresivamente erradique la creencia que el hombre es superior a la mujer y por tanto a disminuir los casos de violencia hasta desaparecerla.
