En entrevista con Cutivalú, Ronald Huallpa, dirigente del sector 2 del asentamiento Nueva Esperanza, en el distrito de Veintiséis de Octubre, denunció que más de 500 familias de su zona conviven en medio de dos botaderos de basura. Uno de ellos es un ex pozo de agua abandonado por la EPS Grau.
Según señaló, la acumulación de residuos ha ocasionado que muchas personas contraigan enfermedades estomacales, e incluso auditivas, dado que cuando los carros recolectores de basura llegan a dejar los desperdicios, hacen ruidos muy fuertes, afectando su tranquilidad.
Esta situación no solo está perjudicando a las familias de la zona, sino también a cientos de estudiantes de la I.E Perpetuo Socorro, que a diario tienen que aguantar los fuertes olores y ver la manera de escuchar sus clases en medio de los molestos ruidos.
“Esto es un problema ocasionado por las municipalidades de Piura y Veintiséis de Octubre. Ellos dicen que esto es reciclaje, pero no es así, aquí la basura la dejan en la vía pública, lo que ocasionó enfermedades infecciosas, hay muchas ratas y otros insectos”, manifestó.
El dirigente señaló que han solicitado ayuda a la Municipalidad de Veintiséis de Octubre para solucionar esta problemática; sin embargo, han sido olvidados. Cuestionan a los encargados del área ambiental de la comuna, dado que no hacen nada por las familias afectadas.
Los vecinos esperan que ambos depósitos sean retirados del lugar y reubicados en una zona lejos de la ciudad, caso contrario tomarán medidas radicales.
Gestión saliente de Municipalidad de Sechura deja obra de agua paralizada en Parachique
