¿Licencia para abusar de su autoridad durante la emergencia por coronavirus?

Foto: referencial.

Soy Gustavo Guarnizo, y quiero empezar esta denuncia pública señalando que valoro y respeto el esfuerzo, honestidad y eficiencia de los buenos efectivos de la Policía Nacional del Perú. Sobre todo en situaciones en las que su vida está en peligro como en esta emergencia nacional.

Pero también me indigno cuando algunos de estos efectivos hacen todo menos cumplir con la ley y respetar los derechos que los ciudadanos tenemos consagrados. 

Ayer miércoles por la tarde mi familia y yo fuimos víctimas de este pequeño grupo de agentes. Sin ninguna disposición ni judicial, ni fiscal, y sin ninguna evidencia de violar la orden de aislamiento e inmovilización social ingresaron al domicilio donde está mi padre, un hombre con diabetes y que se recupera de dos operaciones. 

Para esto debo decir que alrededor de las 3:00 de la tarde recogí una silla de ruedas de un domicilio ubicado en la intersección de las avenidas Don Bosco con Sullana. Tomé una moto que me trasladó a mi domicilio ubicado en la mz A 8 lote 24 del asentamiento Nueva Esperanza, distrito de Veintiséis de Octubre. 

Solo bastó que alguien diga que a mi casa habían ingresado una silla presuntamente robada, para que dos patrulleros de la comisaría de Piura y no sé cuántos policías, que no fueron pocos, lleguen y cometan una serie de atropellos. Esto ocurrió alrededor de las 4:40 de la tarde. 

Los enumero a continuación: 

1- Aprovechan que el portón está abierto e ingresan sin pedir permiso, sin presentarse y sin ninguna explicación. 

2- Ni bien ingresan van tomando sus armas, seguro para intimidar a los «avezados delincuentes» que huirán despavoridos. 

3- Buscan una de silla ruedas. Efectivamente había una, justo la había traído porque mi convaleciente padre necesita una para movilizarse. 

4- No encuentran la silla que buscan, pero con arma en mano se dirigen a todos los ambientes, y suben hasta el segundo piso. 

5- No hallaron el botín robado, y sin más se van lanzando improperios (uno de ellos le gritó ladrona a una de mis hermanas). No hay explicaciones, no hay disculpas. Nada!

Así actúan algunos miembros de la PNP de la comisaría de Piura. Bastó que a alguien, penosamente, sufriera el robo de una silla de ruedas horas antes para que mis familiares se conviertan en los sospechosos de tamaño crimen.

Con ello justifican

1- La violación  de un domicilio

2- Acusar de robo sin pruebas contundentes 

3- Intimidar con sus armas de fuego

4- Exponer a mi padre a un contagio (en la comisaría hay dos efectivos covid-19 positivo)

Luego a las 5:50 de la tarde volvió otro patrullero de la comisaría de Piura, está vez el policía se identificó como Víctor Rojas. Tomó fotografías de la vivienda e hizo algunas consultas sobre si el traslado de la silla de ruedas fue un servicio de carrera, y se retiraron. 

Me pregunto si el estado de emergencia nacional permite todos estos atropellos por parte de miembros de la PNP que se supone nos deben cuidar.  ¿Cuántos ciudadanos pasan por estas situaciones en tiempos de coronavirus? 

El general de la PNP en Piura, Eswin Manay Guerrero, me señaló que fueron «indagaciones iniciales para determinar al autor de un robo». ¿En serio?, ¿eso estipulan los procedimientos  de investigación policial?

Para mi familia en estos momentos de cuarentena es complicado iniciar acciones legales por el tiempo que demanda y por el riesgo de contagio, pero estamos haciendo el esfuerzo por ejercer nuestra ciudadanía y ver que nuestros derechos no se vean vulnerados. La Defensoría del Pueblo es una de las instituciones que ya tomó conocimiento. 

1- Me comunique con el general Edwin Manay Guerrero quien me indicó que hay dos personas que acusan al mototaxista que me traslado de haberse robado una silla de ruedas. No me precisó cuáles son las pruebas o si solo son testimonios de los agraviados. 

2- Indicó que el caso ya era investigado por el Ministerio Público y que esta entidad iba a determinar las responsabilidades. 

3- Respecto al abuso en mi domicilio, reconoció que la intervención se dio e indicó que todo lo ejecutado corresponde a “indagaciones iniciales para determinar la responsabilidad de un robo”.  

4- Un familiar está haciendo las averiguaciones y le han informado que solo existe acta policial de la segunda intervención, más no de la primera, en la que se cometieron todos los abusos. Para dar los nombres de los policías a cargo de la intervención le han dicho que debe pagar un derecho en el Banco de la Nación.  

Los hago responsables de lo que ocurra con la salud de mi padre y mi madre, quienes son mayores, y después del abuso de autoridad tuvieron una crisis nerviosa.