FOTOS | Recuerde cómo la afición vivió la última clasificación a un Mundial

La última vez que la bandera blanquirroja flameo en una Copa del Mundo fue en España 1982, donde los nacionales llegaron de superar (invicta) el Grupo de las eliminatorias sudamericanas dejando atrás a Uruguay y Colombia. Ese suceso quedó marcado para la afición que vibró en cada rincón de la país desatando una fiesta interminable.

Fue un 6 de setiembre de 1981 cuando los peruanos vivieron una de las noches más gloriosas de la blanquirroja porque clasificó a un mundial empatando con los charrúas.

Perú dominó todo el partido y pudo golear, pero el marcador fue un generoso 0-0 gracias a la soberbia actuación del meta uruguayo Rodolfo Rodríguez, quien sacó innumerables pelotas que iban al fondo de su portería.

Julio César Uribe dejó mal parada a la defensa charrúa y enloqueció con su habilidad a Hugo de León, quien al verse superado tuvo que apelar al juego violento, por lo que fue expulsado.

Aquella noche, más de 45 mil hinchas blanquirrojos se hicieron presentes para alentar sin césar al equipo que, por entonces, dirigía Elba de Padua Lima, mejor conocido como ‘Tim’, mientras otros millones aguardaban en sus casas la esperanza de ir a la cita mundialista. A pesar del empate a cero, Perú, que dominó más el encuentro, consiguió su clasificación.

Tras el pitazo final, Héctor Chumpitaz sería alzado en hombros mientras lloraba al tomar una bandera que alguien le pasó desde la cancha para celebrabar la gloria de estar nuevamente en un mundial de fútbol. Aquella imagen pasaría a la historia.
La hinchada, fiel a los entonces dirigidos por «Tim», los acompañó previo al partido disputado en el Estadio Nacional y armó caravanas tras la clasificación lograda.

El festejo se dio tanto en los exteriores del Estadio Nacional, en la calle José Díaz, como en otros puntos de la capital como Miraflores.

Figuras del arte y el espectáculo tampoco escaparon del ambiente de alegría que invadió entonces el país. El recordado Óscar Áviles dio cuenta de aquella felicidad.

(Fuente: Andina)