El embarazo adolescente en Piura revive la necesidad de la educación sexual

Los embarazos a temprana edad dejan consecuencias a nivel social, psicológico y físico. // Foto: Recreación. Mariana Rueda Vidarte

Por Cáceres, E., Feijoo, O., Rueda, M. y Seminario, M.

A sus 16 años, Ana Paula (a quien llamaremos así para proteger su identidad) no solo tiene las preocupaciones habituales de una chica de su edad con respecto a sus tareas. Por el contrario, luego de salir de clase, recorre algunas urbanizaciones de Piura y toca las puertas de las casas donde viven familias más o menos acomodadas para proponerles lavar sus ropas a cambio de dinero. En su casa, esperan su tío (con quien vive) y su hijo menor de un año. Su tío le dijo que ya no hay dinero para comer y que debe buscar trabajo. En las últimas semanas, Ana Paula ha pensando en dejar el colegio.

Cuando estaba en cuarto año de secundaria, Ana Paula salió embarazada durante la pandemia. Tanto su papá como su mamá fallecieron y no tiene otro familiar que se haga cargo de ella y de su hijo. Ana Paula fue una de las 4,085 adolescentes entre 15 y 19 años que se convirtieron en madres durante el 2021 en Piura, según el Sistema de Registro de Certificado de Nacido Vivo (CNV). La realidad de esta escolar es un reflejo de lo que muchas adolescentes atraviesan y que colocaron a Piura en la tercera región con más casos de partos en adolescentes el año pasado.

La psicóloga Isabel Requena Barreto, de Cutivalú, explicó que los embarazos a temprana edad dejan consecuencias a nivel social, psicológico y físico. Esto le pasó a Ana Paula. Tras dar a luz perdió tanto peso que sus profesores estaban preocupados por el tono amarillento de su piel, sus marcadas ojeras y su desgaste físico. Requena Barreto manifestó que esto ocurre porque, pese a que una adolescente ya es fértil, su cuerpo no está preparado para un parto, sobre todo si no se sigue un régimen alimentario estricto a base de proteínas y vitaminas que toda gestante debe tener.

Pero más allá de la apariencia física, la psicóloga precisó que una adolescente o niña madre que atraviesa por una gestación y/o parto tiende a alejarse de su entorno social. “Hay un impacto en la deserción escolar. Las adolescentes dejan de estudiar porque deben quedarse en casa a cumplir un rol de madre, dejan sus proyectos a corto, mediano y hasta largo plazo”, señaló la especialista.

Como vemos, Ana Paula ha atravesado consecuencias en los tres aspectos: físico, psicológico y social, pero su caso no es uno aislado. Por el contrario, a la segunda semana de septiembre del 2022, Piura registró 2,758 partos en adolescentes de 15 a 19 años. Aunque esta cifra suene alarmante, lo que es más preocupante son los 53 casos de menores entre 11 y 14 años de edad que han dado a luz en este mismo período, de acuerdo con el CNV.

Pero, ¿acaso las causas de embarazos a temprana edad se debe solo a la falta de educación sexual? Si bien no podemos negar que hay retraso en la enseñanza de la Educación Sexual Integral (ESI) en adolescentes y niños, también se debe considerar un factor que limita el desarrollo de hombres y mujeres: el machismo.

Vulnerables en una sociedad machista

Para entender el origen de los embarazos precoces, debemos conocer la realidad de cada sector de nuestra región. Berenice Adriano, secretaria técnica de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza Piura, explicó las diferencias entre la sierra y la costa de esta región.

Adriano recordó que conoció el caso de una adolescente de 15 años que había salido embarazada de un hombre que le doblaba la edad.

“Su familia la responsabilizaba a ella. Decían ‘ya tiene 15 años, ya sabe lo que hace’Y decidieron mandarla a vivir con él, con su agresor sexual, porque ella era menor de edad. Y este es un caso de una zona urbano marginal, ni siquiera tenemos que ir muy lejos para conocer estos casos”, explicó Adriano.

La mujer es vista con un rol de cuidadora. La sociedad le permite al hombre más libertades que a la mujer, por ejemplo en cuanto a las relaciones sexuales, indicó el decano del Colegio de Sociólogos de PiuraMartín Cornejo“Dejamos que los hombres vivan más su sexualidad. Si una mujer sale con muchos hombres es malo, pero si lo hace un hombre es alabado”, señaló Cornejo.

Por otro lado, Requena Barreto mencionó que las menores víctimas de violación conforme pasen los años “pueden cerrarse ante cualquier relación sexual debido al trauma que tienen. Sin embargo, también pueden desarrollar un hipererotismo que las hace desear las relaciones sexuales e, incluso, iniciarse en la prostitución”, profundizó.

En el caso de los embarazos por relaciones sexuales consentidas, Adriano explicó que muchas veces las adolescentes no encuentran comprensión entre su familia y deciden huir con sus enamorados de la misma edad. “Es un ciclo. Las chicas se van a vivir con sus enamorados, ninguno de los dos termina el colegio y no trabajan así que viven en condiciones infrahumanas”, dijo.

Requena Barreto mencionó que hay dos vertientes cuando se habla de embarazos a temprana edad: aquellos ocasionados por desinformación y aquellos producto de una violación sexual. “Si para una adolescente de 15 o 19 años es difícil atravesar un embarazo, imagínate lo que es para una menor de 11 años, a esta edad es difícil concebir que haya sido consentido, puede ser producto de violación”. Con esto, entendemos que las madres niñas no terminan de vivir su niñez cuando ya se están preparando para ser madres.

La ausencia de la educación sexual en Piura

Para distintos especialistas, la educación sexual en la sociedad piurana y en distintas partes del Perú es muy limitada, por no decir nula. Ello trae cada día más consecuencias que se reflejan en el incremento de embarazos adolescentes y la transmisión de enfermedades sexuales.

Hasta agosto de este año, la Dirección Regional de Salud (Diresa) Piura registró 1,840 casos de embarazos adolescentes en la región. La cifra presenta una reducción mínima de 32 casos, en comparación a la del año pasado; sin embargo, continúa siendo preocupante.

Para el coordinador de la Estrategia de Educación Sexual de la Diresa Piura, el obstetra Richard Ojedala principal causa es que los jóvenes al iniciar una vida sexual no cuentan con la suficiente información. Él afirmó que la información a la que pueden acceder en muchos casos no es verídica, proviene de mitos o simplemente son mentiras.

Por lo mencionado, es muy importante impartir en las instituciones y los hogares de la región la ESI. Esta sirve para aclarar las dudas y todo lo que un adolescente que quiera iniciar su vida sexual se pregunta, y así pueda tomar correctas decisiones.

El especialista señaló que desde el inicio del 2022, él y sus colegas desarrollan talleres de educación sexual en algunas instituciones de la región para resolver consultas. Pero, ¿son estas charlas frecuentes? Al parecer se programan una vez al año en cada colegio, ya que según Ojeda existe un cronograma a seguir y usualmente el horario que le brindan son las horas de tutoría, es decir, un aproximado de 40 minutos para abarcar un tema muy amplio.

Y frente a la problemática del embarazo adolescente, el obstetra sostuvo que se están fortaleciendo las competencias del personal de los centros de salud y las estrategias para poder atender a los jóvenes con calidad y confidencialidad. Ojeda aseguró que todos los establecimientos brindan el paquete de atención integral del adolescente. ¿En qué consiste? Este servicio incluye la atención específica en salud sexual y reproductiva, consejería, etc. Agregó que depende de cada jurisdicción desarrollarlo en conjunto con los gobiernos locales.

En tanto, se pudo conocer que la Diresa Piura no maneja estrategias diferenciadas entre la zona rural y la urbana de la región, pese a que las realidades son distintas y que en la rural se presentan con mayor incidencia los casos de embarazo adolescente y las complicaciones que este trae consigo: partos prematuros, hemorragias, preclamsia, deserción escolar, depresión e, incluso, el suicidio.

Los kits de emergencia 

El embarazo adolescente se debe a distintos factores, uno de ellos puede llegar a ser la violación sexual. Para atender a las víctimas de este problema, el Estado peruano entrega a los establecimientos de salud a nivel nacional el “Kit para la Atención de casos de violencia contra la Mujer – Violencia Sexual”.

De acuerdo con el doctor Ojeda, existen dos tipos de kits: el básico y el completo. La principal diferencia es que el completo contiene antirretrovirales y está disponible en los centros de salud que atienden las 24 horas del día los siete días de la semana. El básico, por el contrario, solo se puede encontrar en aquellos centros que no brindan atención permanente.

La siguiente infografía detalla el contenido de cada kit:

Cifras desalentadoras a nivel nacional

De niñas a madres

En el 2021 el Ministerio de Salud (Minsa) dio a conocer que en el país los partos en niñas de 15 años pasaron de 1,178 casos en el año 2020 a 1,437 en el 2021. Esta es una realidad que persiste y ha incrementado este año, ya que hasta marzo del 2022 se registraron 231 casos de madres adolescentes. Los números podrían ser mayores debido a que, según informó la directora de PromsexSusana Chávez, durante la pandemia hubo problemas para el registro de bebés recién nacidos.

Pandemia e incremento de casos

El confinamiento y la ausencia de programas de educación sexual durante la pandemia hizo que las menores de edad estén más expuestas a agresiones sexuales. Según la Defensoría del Pueblo, durante la Covid-19 existieron dificultades en el registro de víctimas de violación y problemas en la entrega de kits para los casos de violencia sexual.
En el Perú, los casos de embarazos adolescentes de 15 a 19 años en área rural aumentaron de 12.4% en el 2020 a 15.6% en el 2021, siendo las adolescentes en situación de pobreza y con falta de acceso a educación las más vulnerables.

Muertes por embarazo adolescente

Dejar de ser niña para convertirse madre es un gran cambio que puede poner en riesgo la salud no solo física, sino también mental de las menores de edad. En el peor de los casos, la gestante puede perder la vida. Según la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza (MCLCP)las causas de muerte maternas en adolescentes son principalmente las hemorragias, trastornos hipertensivos y, en el caso de la pandemia, la Covid-19. Asimismo, informó que otra de las causas son el suicidio y el aborto relacionado a los embarazos no deseados, forzados o por violencia sexual. Frente a esta situación tan preocupante, la MCLCP recomendó realizar monitoreos a estos casos a fin de prevenir muertes en gestantes menores de edad.

En el 2021 se reportaron 45 muertes de madres adolescentes de 19 a menos edad. En los primeros casi cuatro meses del 2022 se reportaron 10 muertes de gestantes menores de edad. El riesgo de morir durante el parto en menores de 15 años es tres veces mayor que en mujeres mayores de 20.

Falta de acceso a métodos anticonceptivos

Actualmente, existe una enorme brecha en lo que respecta al acceso de mujeres a métodos anticonceptivos seguros en nuestro país. Según el Fondo de Población de las Naciones (UNFPA) en Perú, el uso de anticonceptivos modernos pasó de ser del 53% en el 2015 a 55% en el 2020. Durante ese año se evidenció que las zonas rurales altoandinas eran las que tenían aún más dificultades en acceder a métodos anticonceptivos (48.7%). Las mujeres indígenas también contaban con un limitado acceso, ya que solo el 46.3% lograba recibirlos.

Los intentos de una ESI desde el 2017

La historia reciente evidencia como el primer conflicto álgido entre el Ministerio de Educación (Minedu) y el sector conservador del país lo ocurrido el 4 marzo del 2017, cuando el colectivo Con mis hijos no te metas (CMHNTM) impulsó una multitudinaria marcha a nivel nacional con el propósito de retirar del Currículo Nacional de ese año todo lo que podría interpretarse, según ellos, como «ideología de género». La educadora y ministra de ese entonces, Marilú Martens, conversó con Enfoque Directo y narró desde su perspectiva las razones del conflicto:

¿En qué consistió, entonces, los cambios que propuso el Minedu? El Currículo Nacional del 2017 estableció siete enfoques transversales que son la base de los once años de educación que tiene un estudiante en el país. «Es un currículo que había sido elaborado durante cinco años con toda la comunidad educativa, con expertos técnicos. Inclusive, es reconocido como uno de los mejores currículos de la educación básica», contó la exministra aún sin comprender con exactitud por qué el documento generó tal rechazo en un sector de la población.

Uno de estos siete es el enfoque de género. A diferencia de una ideología, el enfoque «tiene una estructura científica y está sustentado técnicamente», afirmó Martens. A través de este, se buscaba «que las niñas y los niños tengan las mismas oportunidades y erradicar los estereotipos que los limitan porque a través de la historia hemos venido definiendo roles para los hombres y las mujeres», expuso la exministra.

Dentro del enfoque de género se encuentra la ESI, la cual es un derecho de los estudiantes y permite prevenir la violencia, la transmisión de enfermedades y el embarazo adolescente, de acuerdo con lo señalado en el Currículo Nacional. Martens agregó que la ESI fomenta «un autoconocimiento de cada niña, niño y joven; y un conocimiento de sus responsabilidades porque es su responsabilidad conocer su propia sexualidad para tener un desarrollo sano».

Para enseñar el enfoque de género es fundamental la labor de los maestros. Por ello, la educadora dio a conocer que estaba estipulado capacitar a los docentes para que enseñen la ESI. Asimismo, frente a la postura conservadora que cuestionaba la figura del profesor como educador de la ESI ya que consideraba que quien debería estar a cargo de ello era la familia de cada alumno, Martens lo refutó al asegurar que «es en las casas donde muchas veces se producen las violaciones y los abusos, por lo que lo adecuado es que se aborde la educación sexual en los colegios».

La educación sexual en el currículo actual

El 4 de abril del 2019 la Corte Suprema de Justicia de Lima desestimó la denuncia presentada por el colectivo Padres en Acción en el 2017, la cual pretendía someter a consulta con las Asociaciones de Padres de Familia (APAFAS) la implementación o no del enfoque de género en las escuelas. Uno de los jueces, Wong Abad, señaló lo siguiente:

«El Estado debe erradicar los valores contrarios a la Constitución educando a los futuros ciudadanos en el respeto irrestricto a los derechos de todas las personas y los enfoques como el cuestionado, que buscan una sociedad más igualitaria, no pueden ser sometidos a consulta», expuso Abad.

A partir de entonces, el Minedu ha emitido directrices que fortalecen la misión de una ESI en los colegios, siendo la última la R.V.M. 169-2021-MINEDU: “Lineamientos Educativos y Orientaciones Pedagógicas para la Educación Sexual Integral”. Esta resolución viceministerial es una guía de qué y cómo debe abordarse la ESI en cada uno de los once años de educación básica, de acuerdo con las etapas de desarrollo y madurez de los estudiantes.

Sin embargo, como se ha mencionado a lo largo de este reportaje, los resultados de la inclusión de la ESI no son alentadores. Las tasas de embarazo adolescente, que es lo que concierne a esta investigación, aún son altas, así como también los índices de violencia sexual hacia las mujeres. No obstante, para Marilú Martens, el aumento de las denuncias es un indicador favorable ya que significa «ya no se normaliza la violencia como sí ocurría antes».

Lo que sí ha representado un fuerte revés para la promoción de la ESI en las escuelas, aseguró la educanda, es la Ley 31498 “Ley que impulsa la calidad de los materiales y recursos educativos en el Perú” promulgada en el Congreso el pasado 23 de junio, la cual da vía libre a los padres para participar en la elaboración de los textos escolares. Nos contactamos con el legislador Esdras Ricardo Medina Minaya, promotor del proyecto de ley que terminó aprobándose, pero no quiso dar declaraciones al respecto.

El exitoso caso del colegio Fe y Alegría

El colegio Fe y Alegría N°49 es un claro ejemplo de que una correcta implementación de la ESI puede cambiar la vida de cientos de estudiantes. Desde hace cuatro años, la institución viene desarrollando el proyecto “Construyendo juntos proyectos de vida”, una iniciativa desarrollada por Cutivalú y la empresa Cementos Pacasmayo. Esta iniciativa le brinda herramientas a los adolescentes para formar su proyecto de vida a nivel social, laboral, espiritual y familiar. Uno de los ejes de este proyecto es brindar información y orientación a los jóvenes en situaciones vulnerables para prevenir embarazos no deseados e identificar situaciones de violencia a las que se pueden estar expuestos.

Declaraciones del subdirector del colegio Fe y Alegría, Juan Carlos Torres del Rosario

En este proyecto trabajan de manera conjunta alumnos, profesoras y padres de familia. Dentro de la iniciativa se implementan talleres y charlas dirigidos a estudiantes de tercero a quinto de secundaria. En las sesiones se tratan temas de educación sexual, autoestima y adolescencia que les permiten a los estudiantes conocerse a sí mismos y conocer temas relacionados con su sexualidad sin tabúes. Los esfuerzos en este programa han logrado disminuir la tasa de embarazo adolescente considerablemente, reduciendo a cero los casos de madres gestantes durante el 2021.

 

Por ahora, el colegio cuenta con dos casos de embarazos adolescentes que se dieron durante la pandemia en 2020. Según el subdirector de la institución, Juan Carlos Torres del Rosario, esto se debe a que, durante el confinamiento, muchos jóvenes no asistían a los cursos formativos y que la virtualidad impedía que se lleven a cabo asesorías y orientaciones personalizadas.

Los estudiantes que conforman el colegio Fe y Alegría en Piura se encuentran dentro de una zona que se considera de riesgo. Parte de los alumnos están expuestos a situaciones de pobreza y violencia familiar, por lo que este tipo de proyectos les permite empoderarlos y encaminarlos al desarrollo de un proyecto de vida.

Declaraciones del subdirector del colegio Fe y Alegría, Juan Carlos Torres del Rosario.

La ESI en Sudamérica

América Latina y el Caribe es la región con más embarazos adolescentes en el mundo, de acuerdo con la información brindada por las Naciones Unidas (ONU)El 18% de las madres en esta zona del globo son menores de edad y el caso más alarmante es el de Colombia. El vecino país, junto con otras seis naciones, agrupan el 20% de todos los partos de menores edad en el mundo. Asimismo, Colombia ha incrementado el índice de alumbramiento de adolescentes en un 11% durante el período 2015-2019, siendo junto con Haití los países con mayor tasa de aumento en el mundo.

Independientemente del país, el embarazo adolescente continúa siendo una problemática de carácter internacional. Por ello, en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible que estableció la ONU en el 2015, el quinto de los 17 objetivos se encuentra directamente diseñado para abordar este desafío: Igualdad de género.

En el Perú, y de manera específica en Piura, solo se visualizan acciones aisladas que no logran desencadenar en una educación sexual completamente integral y coordinada, ya sea porque entre el Ejecutivo y Legislativo continúan con sus disputas bajo la fachada de ‘conservadurismo o liberalismo’, o porque los buenos ejemplos terminan quedándose en iniciativas propias y no llegan a replicarse. Y mientras esto no deje de ocurrir y el machismo continúe arraigado en nuestra sociedad, lo que sí seguirá replicándose y aumentando serán las historias truncas como la de Ana Paula con la que iniciamos este reportaje.