
Actualmente, la inteligencia artificial (IA) está involucrada en todos los dispositivos tecnológicos, es empleada para investigaciones de todos los ámbitos del conocimiento y utilizada por cualquier persona para responder dudas, resolver problemas, crear contenido y también para elaborar trabajos para la escuela o la universidad.
Esto último es visto como un problema en el mundo académico por considerar que al hacer uso de la IA los alumnos dejan de aplicar y entrenar su capacidad de estudio, razonamiento, análisis y redacción.
A favor o no, el cambio de paradigma es un hecho y el desafío es integrar la inteligencia artificial en los procesos educativos de manera tal de que sea una herramienta más de aprendizaje en lugar de un freno u obstáculo para aprender.
La IA en la educación actual: incipiente, pero con gran potencial

Bien empleada, con responsabilidad y ética, la IA podría desbloquear un potencial educativo nunca antes visto y transformar significativamente desde la gestión hasta las metodologías del ámbito escolar y académico.
Un debate similar desató la aparición de las computadoras, primero, y los teléfonos celulares, después, dentro del aula y parece haber sido resuelto. En la actualidad, la presencia de la IA en el ámbito educativo es innegable, aunque su empleo aún ni se acerca al máximo potencial que puede brindar.
Mientras los alumnos se asisten con chatbots todo el día todos los días, los docentes utilizan herramientas con IA para automatizar sus tareas administrativas y las instituciones la usufructúan para brindar sistemas de enseñanza online, mejorar los procesos de gestión del aprendizaje, personalizar planes de estudio y monitorear en tiempo real el rendimiento de los alumnos.
Por otro lado, en los países de América Latina y el Caribe, que enfrentan importantes desafíos estructurales en materia educativa y una alta tasa de repitencia y deserción, la IA puede brindar soluciones significativas y ya lo está haciendo.
Alerta temprana de desvinculación escolar
Con el objetivo de reducir el abandono anticipado de los estudiantes secundarios y el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Uruguay y la provincia argentina de Mendoza desarrollaron Machine Learning, un sistema de alerta temprana de desvinculación escolar.
La herramienta monitorea a los estudiantes a principio del año escolar e identifica a aquellos que tienen un riesgo potencial de dejar los estudios antes de finalizarlos.
Evaluación de fluencia y precisión lectora
Para enfrentar la crisis de aprendizaje, con el empleo de la inteligencia artificial también se están desarrollando herramientas tecnológicas capaces de evaluar la fluencia y precisión lectora de los alumnos y sus habilidades fundacionales en materias esenciales como lengua y matemáticas.
Promoción de la inclusión educativa
También avanzan proyectos que combinan la IA con juegos de realidad virtual con el fin de mejorar la lectura y escritura de alumnos y alumnas infantiles con dislexia y otros que promueven el aprendizaje de lenguas originarias como la quechua, lo que representa un gran impacto en términos de inclusión educativa.
Evaluaciones más personalizadas
Las plataformas con IA actualmente en desarrollo permiten adecuarse a las necesidades específicas de cada estudiante. Por ejemplo, transformando los actuales sistemas de evaluación en otros más personalizados capaces de identificar las debilidades de cada alumno, devolverle la información que necesita para fortalecer determinados contenidos y ofrecerle el material adecuado para lograrlo.
O adaptarse a los maestros para satisfacer sus necesidades individuales y específicas para desempeñar su labor, más allá de la eficiencia técnica.
La IA en el futuro educativo: de la confrontación a la complementariedad con el sistema clásico

En el mundo educativo de hoy convergen dos fuerzas: la de los acelerados avances tecnológicos y la de los métodos y sistemas clásicosy ya estancados.
De cara al futuro, el desafío parece ser transformar esa puja en una complementariedad que redefina la manera en la que se concibe la educación y sea capaz de mejorar la eficiencia educativa adoptando todos los recursos posibles y aprovechando beneficios transformadores como los siguientes.
Facilitación de la docencia
Utilizando la inteligencia artificial, los maestros y profesores tienen la posibilidad de automatizar tareas administrativas y ahorrar tiempo que pueden dedicarle a la labor de enseñanza y a la interacción personal con el alumnado.
Estimulación y personalización del aprendizaje individual y grupal
Gracias a la IA existen sistemas de tutoría inteligentes con la capacidad de adecuarse a las necesidades y problemas de aprendizaje de cada alumno o grupo de alumnos en particular, promoviendo una absorción de conocimiento más efectiva, personalizada y atractiva.
Seguimiento y optimización del desempeño del alumno
Las aplicaciones y algoritmos de la inteligencia artificial pueden ejecutar un seguimiento del desempeño de cada estudiante en tiempo real y brindar una devolución inmediata acorde a lo identificado que optimice el aprendizaje, la comprensión y retención de los contenidos enseñados.
Simplificación y optimización de la gestión educativa
Los establecimientos educativos de todos los niveles de enseñanza pueden hacer uso de la IA para volver más ágiles y eficientes sus procesos administrativos, desde los planes de estudio hasta la entrega de calificaciones, pasando por el programa de clases y la gestión de recursos humanos.
También para recabar y analizar datos educativos, detectar deficiencias, identificar tendencias y patrones y tomar decisiones acertadas en función de ellos.
Promoción de la igualdad y la inclusión
Gracias a su gran adaptabilidad, los sistemas dotados con IA pueden brindar soluciones proporcionales y acordes a los requerimientos de todos los estudiantes, más allá de sus antecedentes, habilidades y capacidades físicas, emocionales e intelectuales, lo que representa un importante cambio en términos de inclusión e igualdad educativa.
Combate de la deserción escolar
Con intervenciones tempranas, las plataformas personalizadas con IA pueden detectar a alumnos con riesgo de abandonar la escuela y evitarlo proporcionándole a los docentes las herramientas necesarias para mejorar la enseñanza y los programas de estudio de los estudiantes con probabilidades de deserción.
Además, los sistemas de tutoría inteligentes brindan a los estudiantes una asistencia personalizada que se adapte a su ritmo y estilo de aprendizaje y se complemente con el trabajo de los docentes.
Sistemas de aprendizaje online
Otra vez gracias a su adaptabilidad, la IA puede enriquecer los procesos de aprendizaje en aulas virtuales, volviéndose más dinámicos, interactivos, personalizados y eficaces.
Crea contenido de aprendizaje personalizado: La IA puede generar contenido educativo adaptado a las necesidades específicas de cada estudiante. Esto va más allá de la personalización superficial, ofreciendo un plan de estudios verdaderamente adaptativo que ayude a impulsar la innovación educativa.
Evaluaciones remotas
La IA permite flexibilizar, optimizar y agilizar el proceso de evaluación de manera remota.
A modo de conclusión
Con un uso responsable, la complementariedad de la inteligencia artificial con el sistema educativo clásico puede transformarse en una alianza que promueva competencias digitales y brinde experiencias educativas más adaptativas y personalizadas, siempre que se comprendan sus beneficios y limitaciones y se contemplen las especificidades de los alumnos y docentes.
En ese sentido, las herramientas tecnológicas con IA deben emplearse para resolver los problemas del ámbito educativo actual, como la falta de personalización y equidad, la mala calidad del contenido y las metodologías y la deserción escolar.
Pero, deben complementarse con el compromiso de educadores y autoridades de utilizarla con cuidado, ética y responsabilidad, de modo tal de que no afecte los derechos y necesidades de los estudiantes.