Tras las lluvias del 4 de abril, el emblemático Colegio Agropecuario 33 Amauta amaneció inundado y afectó a, aproximadamente, 600 estudiantes quienes no pueden asistir a clases presenciales. La mayoría viven en el mismo Chulucanas, alrededores y en las zonas urbano-marginal.
Fabiola Gómez Palacios, subdirectora del colegio técnico, indicó a Cutivalú que el agua de la lluvia ha ingresado a las aulas, los docentes han tenido que levantar las sillas en las mesas para que estás no se vean perjudicadas, el patio del colegio está completamente inundado lo cual perjudica a que los estudiantes puedan ingresar a recibir sus clases de manera presencial.
“El colegio está inundando tanto en la parte de construcción del local cómo en la parte exterior que constituye la zona agrícola, por ser nosotros un colegio de formación técnica con especialidad agropecuaria”, sostuvo Gómez.
Gómez Palacios también indicó que la Dirección Regional de Educación (DREP) programó el retorno a clases presenciales para el lunes 10 de abril, pero esto lo retrasaría. “La DREP tiene conocimiento de lo que venimos padeciendo por las lluvias, hemos preparado un documento para remitir a Defensa Civil para que tengan conocimiento de las condiciones en las que se encuentra el colegio”, agregó.
Daños
El Colegio Agropecuario 33 Amauta, aparte de ser una escuela de formación técnica, tiene otras especialidades, como mecánica de producción e informática, donde hay maquinaria expuesta; por ejemplo, los talleres de mecánica han tenido que ser derribados para que el local sea reconstruido.
Además, hay seis aulas prefabricadas hechas por los propios padres y madres de familia, que también están llenas de agua. Las familias, con todo su esfuerzo, hicieron seis aulas porque no fue incluido en plan de contingencia del proyecto de reconstrucción.
“La Asociación de Padres de Familias asumió ese compromiso de asegurar que los alumnos tengan sus aulas para poder estudiar, pero lamentablemente esos ambientes también se han inundado por la lluvia y por las filtraciones que ocurren por el río Chiquito o alguna laguna que se forma”, añadió la docente.
Reclamo a las autoridades
El pedido que se hace a las autoridades es que aseguren que la construcción del local sea rápida, efectiva y bien hecha. “El problema es desde el 2017, cuando vivimos 45 días bajo el agua, tuvimos que iniciar el año escolar en junio. […] Las autoridades deben ver que esta obra sea construida en los tiempos establecidos para educar a los jóvenes de Chulucanas”, aseveró la docente.
Al respecto, el director de la UGEL Chulucanas, Ramiro Patiño Ramírez, dijo que como UGEL no tienen injerencia en el proceso de reconstrucción, por lo que los únicos responsables del proceso de construcción y de la implementación del plan de contingencia es de la empresa a cargo de la obra y de la Municipalidad Provincial de Morropón-Chulucanas, por ser la entidad ejecutora.
“Nosotros no intervenimos en la ejecución de la obra, eso es responsabilidad del municipio y de la empresa a cargo”, indicó Patiño Ramírez. Además, mencionó que este fin de semana van a evaluar la extensión de las clases a distancia, virtuales o semipresenciales.
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