Las peruanas y peruanos vivimos tiempos oscuros. La violencia no ha parado, luego de la vacancia a Pedro Castillo Terrones y la juramentación de Dina Boluarte Zegarra. Hasta el momento, se han reportado 47 muertos y más de cien heridos en todo el país, a causa de las movilizaciones que se realizan en contra de los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Decenas de vías a nivel nacional permanecen bloqueadas y se han registrado destrozos en distintos establecimientos. La crisis política y social alcanzó su peor momento, en los primeros días de enero, desatando la desesperación, ansiedad e indignación en la población.
¿Cómo podemos enfrentar la crisis que atraviesa el Perú? ¿Es posible mantener la calma dentro de esta situación? ¿Puede esto llevarnos a un cuadro de depresión?
De la pandemia a la crisis política
El médico psiquiatra y director del Hospital Especializado San Juan de Dios, Diego Neyra explicó que ante la crisis social y política, aparece el sentimiento de frustración al no poder controlar ningún escenario y sufrir los estragos del mismo en nuestras vidas personales. Sentimientos como el estrés, la ansiedad o incluso un cuadro de depresión, suelen aparecer. Esto, principalmente, afecta a las poblaciones de las regiones del sur del Perú.
“La violencia social es un factor que aumenta el riesgo para que en la población haya casos de depresión. Aquí estamos hablando de casi 50 fallecidos producto de la situación de crisis política que vive el país; es decir, regiones enteras que viven esto, las cuales presentan mayor riesgo de presentar síntomas depresivos”, comentó Neyra en Cutivalú.
Esta situación, según el médico psiquiatra, desata un miedo y ansiedad colectiva que se ve reflejado en los hábitos del día a día, que muchas veces no los percibimos. Por ello, es importante que las autoridades y los servidores de salud atiendan inmediatamente los posibles casos de depresión, a fin de actuar de manera correcta contra este trastorno.
“La responsabilidad de tipo social y política le corresponden a las autoridades o instituciones vinculadas con la protección de derechos humanos o búsquedas de justicia”, enfatizó.
El médico dijo que, en este tipo de casos, es importante contar con una red de apoyo que entienda y permita expresar los sentimientos con total libertad, con el fin de no sentirse solo en este proceso. Recordó que es importante contactar a un especialista, si se siente que no se logra manejar el asunto por su propia cuenta.
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