
Cada año, más de 10 mil hectáreas de bosque seco se entregan desordenadamente a actividades como la agroexportación, minería y petróleo.
Así lo informó a través de Cutivalú, Juan Otivo Meza, responsable de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre de Serfor (Servicio Nacional de Flora y Fauna Silvestre) en Piura.
El funcionario indicó que de acuerdo a estudios del 2015 elaborados por el Gobierno regional, cada año se talan 17 mil 584 hectáreas de bosque y de esta cifra, el 60% son afectadas por el cambio de uso que se autoriza; es decir, cada año más de 10 mil hectáreas de bosque seco pasan a convertirse tierras de cultivo.
Otivo Meza explicó que por ejemplo si hay bosques secos de algarrobo y hay una empresa que quiere desarrollar agricultura intensiva para la exportación y tienen todos los requisitos, se hace el desboque para dar paso a otra actividad.
En ese sentido, Juan Otivo dijo que se encuentran en el proceso de ordenar el territorio, pues según las capacidades de uso del suelo, hay disposición para cultivo en limpio (agricultura), protección y conservación, sin embargo aún hay un desorden en el uso de estas áreas.
“Como autoridades tenemos gran responsabilidad y tenemos que hacer cumplir esas normas que existen, pero muchas veces no lo hacemos. Gran parte de culpa y compromiso la tenemos las autoridades. Como técnicos debemos decir aquí se puede hacer agricultura y aquí no, pero eso es lo que nos falta, poner mano dura con criterios técnicos y legales”, reconoció el representante de Serfor Piura.
Juan Otivo sostuvo que a nivel del Gobierno regional de Piura hay diversas ordenanzas para que se cumplan y evitar estos problemas. Uno de estos documentos es la Zonificación Ecológica Económica (ZEE) y las normas de gestión de riesgo.
Además resaltó que entre las autoridades competentes para hacer cu,mplir la normativa están la Autoridad Nacional del Agua (ANA) que tiene que ver con recurso hídrico. Asimismo, Serfor, la gerencia de Recursos Naturales y otras instituciones que tienen opinión y deben ser consultadas para que se dé pase o no, a este cambio de uso de la tierra.
Respecto al proceso de reconstrucción de la región Piura, Otivo Meza resaltó que no sólo se debe pensar en la infraestructura de cemento, sino también en el medio ambiente. “En la reforestación se debe asegurar el agua en las partes altas y hacer incidencia para que todas las autoridades se interesen en el tema ambiental y no solo pensar en infraestructura de cemento. Cuando se hable de desarrollo sostenible se debe tener el triángulo que ve el enfoque económico, social y ambiental.”, puntualizó.