Las mujeres de aproximadamente 70 años fueron rescatadas hoy gracias a la intervención de la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de la Mujer, alertados por los vecinos.
Se trata de las hermanas Lida y Nelly Rivadeneyra Paz quienes vivían en el departamento 201 block 10 de la Residencial Vicús en Piura.
La fiscal de familia, Silvia Herrera, autorizó el ingreso a la vivienda. Cuando se abrió la puerta, de la casa emanaba un olor insoportable y ambas mujeres no daban razón de su situación, pues incluso una de ellas estaba sedada, arrecostada sobre una mesa.
Minutos antes llegaron dos varones, que indicaron ser sobrinos de las ancianas. Ambos se pusieron malcriados con las autoridades y con la prensa, ya que alegaban que todos los días iban a dejarles el desayuno y el almuerzo a sus familiares. Increíblemente alegaron que si las tenían encerradas era para que no se ‘escapen’ a la calle por el peligro que correrían.
La situación de estas dos mujeres era lamentable, lucen bastante delgadas, incluso una de ellas presenta heridas de consideración en las piernas. Sólo Lida Rivadeneyra conversó con las autoridades presentes, pero no aportaba muchos datos, dado que no comprendía las preguntas que se le planteaban.
Las autoridades evaluaban el traslado de estas mujeres al asilo de ancianos, sin embargo, ya habrían estado en ese lugar, del cual salieron porque no se acostumbraban.
Por ello, se baraja la propuesta de trasladarlas hasta el Centro de Rehabilitación de Enfermos Mentales (CREM). Con esta situación queda claro la ausencia de políticas de Estado que protejan al adulto mayor en abandono.
VECINOS ADVIRTIERON HACE TIEMPO EL ABANDONO
Una de las vecinas, Gaby García, señaló a través de Cutivalú que desde noviembre del año pasado presentaron un memorial con firmas a los entes correspondientes para que atiendan a estas dos ancianas, las cuales presentan alteraciones mentales.
Indicó que hace dos meses una de estas dos mujeres, salió de la casa y fue encontrada desnuda en la Av. Bolognesi, pues se necesita de la ayuda de los vecinos para traerla hasta su casa.
Espera que las instituciones del Estado puedan ayudar a estas dos ancianas, ya que no las consideran en abandono porque cuentan con una vivienda y un sueldo, pues una de estas dos mujeres es profesara cesante.
