Sin agua. Hace un mes que dejaron de llegar las cisternas que abastecen con agua a más de mil 200 habitantes del caserío Progreso Bajo, en Tambogrande.
El docente Cristóbal Pulache Juárez señaló en Cutivalú que estas cisternas abastecen un promedio de seis bidones de agua por familia, los mismos que tienen que durar por lo menos una semana.
Ante esta situación, la población se ha visto obligada a acudir en caravanas hasta los canales de regadío para abastecerse del líquido elemental, según nos lo cuenta, el profesor Pulache Juárez.
Sin embargo, otra alternativa para la población es comprar bidones de agua a 50 céntimos cada uno que son vendidas por personas que llegan en cisternas particulares o furgonetas.
El docente Cristóbal Pulache Juárez lamentó que la población de Progreso Bajo tenga que padecer esta odisea para conseguir el agua, cuando asegura ya existe un proyecto integral para brindar este importante servicio básico, valorizado en 28 millones.
El profesor señala que para este proyecto, sólo necesita aprobarse una partida presupuestal para la elaboración del expediente técnico. Sin embargo, Cristóbal Pulache cuestiona la lentitud con que avanza este proyecto en el Gobierno Regional. Por tal motivo, pide a las autoridades regionales, agilizar el trámite para que se destine el dinero respectivo.
Cabe indicar que la mayoría de la población de Progreso Bajo se dedica al trabajo en las empresas de exportación de uva, así como a la agricultura.
