Pobladores del medio Piura sin acceso a agua potable: comunidades exigen soluciones urgentes al Gobierno

La falta de acceso al agua potable continúa siendo una grave problemática en la región Piura, afectando principalmente a comunidades ubicadas en el Medio Piura y en la margen derecha de Cieneguillo Sur. Son más de 20 centros poblados con un total de 40,000 habitantes que enfrentan esta situación crítica de escasez de agua, pese a estar cerca de la planta de Curumuy.

Ante ello, los pobladores exigen al Ministerio de Vivienda, al Programa Nacional de Saneamiento Urbano (PNSU) y a la empresa encargada del proyecto, que se habilite un punto de agua o una toma cercana a sus localidades. Asimismo, proponen que se proyecte una línea de impulsión a lo largo de la avenida José Aguilar con conexiones a piletas comunales.

“Es indignante que a las autoridades no les interese que estos pueblos no tengan el servicio de agua que es tan importante”, comentó William Ancajima, dirigente de la FONOP.

Indicaron que, ante la escasez de agua, las comunidades se ven obligadas a depender de canales de riego, cuyas aguas, en muchos casos, están contaminadas y no reciben ningún tipo de tratamiento para el consumo humano. Esta situación expone a la población a constantes riesgos de enfermedades.

Añadieron que, cuando el servicio de agua potable se suspende —lo que puede ocurrir por periodos de entre 15 y 20 días—, los pobladores deben caminar largas distancias en busca de otras fuentes o recurrir a pozos improvisados con agua no apta para el consumo. Aun así, esta agua es utilizada para lavar ropa, preparar alimentos e, incluso, en casos extremos, para beber.

“Los pobladores viven con agua de canales. Esa agua es consumida por ellos la usan para cocinar, lavar, etc”, agregó Ancajima.

BASTA DE PROMESAS

Pese a que han sostenido reuniones con representantes del Ministerio de Vivienda y con la empresa responsable del proyecto, los dirigentes comunales denuncian que no se han tomado decisiones concretas. Todo queda en promesas y conversaciones sin cronogramas ni compromisos técnicos definidos.

Entre sus propuestas más urgentes está la instalación de pilones comunitarios distribuidos estratégicamente.

Las comunidades afectadas aseguran que no cesarán su lucha hasta que se garantice su derecho al agua, un servicio esencial que hoy les es negado, a pesar de estar tan cerca de una planta que podría cambiarles la vida.