Una obra de agua y alcantarillado en el distrito de San Juan de Bigote, provincia de Morropón, que costó más de 4 millones de soles y fue terminada hace cuatro años, hasta ahora funciona.
El presidente de la Junta Administradora de Servicios de Saneamiento (JASS) del centro poblado La Quemazón, Pedro Ancajima Rivera, denunció en Cutivalú que la obra de “Mejoramiento y ampliación del servicio de agua potable e instalación de alcantarillado” presenta irregularidades desde su entrega.
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La obra tiene un presupuesto de S/ 4’028.817,00, inició el 2 de enero del 2013 y culminó el 31 de junio del 2014, fecha en la que fue entregada a la Municipalidad de San Juan de Bigote. Esta fue la unidad ejecutora durante la gestión del exalcalde Aldo Álvarez.
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Según Ancajima, la obra se hizo sin respetar el expediente técnico. Por ello, los pobladores de La Quemazón se opusieron a recibir la obra en esas condiciones y denunciaron el hecho a la Contraloría en el 2015.
“El expediente precisaba un pozo tubular a 35 metros de profundidad. Pero cuando llegó la ingeniera civil de la Contraloría hizo desmontar el pozo y nos dimos con la sorpresa que tenía 7 metros”, dijo el dirigente. Agregó que la obra nunca entró en funcionamiento porque fue mal construida.
Tras el peritaje, la Contraloría concluyó que no halló nada. Los pobladores pidieron una nueva auditoría al contralor Edgar Alarcón, con el apoyo de las congresistas Karla Schaeffer y Marisol Espinoza. El 12 de marzo del 2016 lograron que se enviara una comisión fiscalizadora a la zona, encabezada por un fiscal de Chiclayo.
Tras este segundo peritaje, la Contraloría identifica “responsabilidad civil, penal y administrativa en los funcionarios y/o servidores públicos involucrados en los hechos. Asimismo, remite el informe al Órgano de Instructor Norte para el respectivo Proceso Administrativo Sancionador”, según se lee en el Oficio 000773 – 2017, del 3 de mayo del 2017.
Ancajima Rivera dijo que el oficio también señala que tanto la convocatoria del proceso como la ejecución debieron declararse desiertas porque el proceso así lo señalaba, y la obra debe ser arbitrada por estar mal construida. Sin embargo, pese a las irregularidades ningún funcionario ha sido denunciado, acotó el dirigente.
El dirigente exige que la Contraloría regrese a La Quemazón pues ahora ha salido la convocatoria de un proyecto para pistas y veredas, pero sin haberse solucionado el problema de la obra de agua y alcantarillado.
