La mayor parte del territorio de los bosques de neblina y sus páramos pertenecen a las comunidades campesinas de Lanchipampa, Samanga, Tapal y Yanta en Ayabaca; y Segunda y Cajas y Huaricancha en Huancabamba, señaló el biólogo, Fidel Torres.
Fidel Torres, integrante de la Red Regional Agua, Desarrollo y Democracia, recordó que los páramos son los que suministran el agua para la vida y la actividad agropecuaria y se convierten en reguladores del sistema hídrico de las cuencas.
Precisó que el 70% del agua recolectada en la cuenca binacional Catamayo Chira, es aprovechada por Piura pero solo el 30% se logra en territorio peruano, principalmente en la cuenca del Quiroz, por ello urge proteger estas nacientes de agua.
Ante esta situación, diversas organizaciones, reconocen que es importante la concertación entre las partes bajas de los valles y las zonas altas de las nacientes.
“Las comunidades campesinas están tomando acuerdos de protección de los páramos y bosques de neblina. Y las Juntas de usuarios, como la de San Lorenzo, ya tienen una política interna para vincularse a las comunidades andinas de las nacientes”, sostiene el biólogo Fidel Torres.
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