Hay condiciones favorables para recuperar la producción de concha de abanico en la Bahía de Sechura, concluye el informe del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), tras evaluar esta zona marítima.

Pese a que el recurso es escaso, la salinidad del agua, la temperatura y la calidad microbiológica están dentro de los patrones adecuados en la zona destinada al cultivo de concha, sostuvo el biólogo Joe Macalupú Rosado, investigador del Imarpe, quien dijo que los maricultores deben contribuir a la recuperación de la bahía.

Señaló que en este sector, la depredación de las especies se debió a factores antrópicos y climatológicos, pues el fenómeno de El Niño originó la mortandad de los moluscos por las altas temperaturas, o su contaminación por los sedimentos.

La exposición del informe del Imarpe se llevó a cabo en la sede de la Dirección Regional de Producción de Piura (Direpro), donde llegaron algunos dirigentes de los gremios de maricultores de Parachique y La Bocana, en la provincia de Sechura, así como empresarios de concha de abanico.

“Los ejemplares analizados provenientes de la zona sur de la bahía estuvieron exentos de contaminación por coliformes; los niveles de oxígeno evidencian que no hay contaminación por materia orgánica en el mar, los valores encontrados cumplen con los estándares de calidad de agua”, explicó Joe Macalupú.

El biólogo lamentó, sin embargo, que los ejemplares no tengan la talla mínima comercial, es decir, 65 mm. Dijo que solo encontraron 50 conchas de abanico entre 7 y 63 mm en todas las 70 estaciones biológicas de la bahía, con una media de 26,3 mm. “El recurso tiene una distribución dispersa entre Matacaballo, Las Delicias y Playa Blanca”, agregó.

En cuanto a la Isla Lobos de Tierra, donde se cría naturalmente la “semilla” de la concha de abanico y se extrae para su desarrollo en la bahía, las condiciones también son favorables para la recuperación del recurso.

Según el biólogo Víctor Yépez Pinillos, director general de Investigaciones en Acuicultura del Imarpe, en la isla hay alta oxigenación, con sustratos oxidados y flujos moderados de la corriente del agua de mar. Aun cuando en la isla no hay especies con tallas comerciales y no se debería extraer el recurso, Víctor Yépez denunció que siguen llegando buzos a infringir las normas.

Por ello, el biólogo recomendó “mantener la veda de concha de abanico en el banco natural de la isla Lobos de Tierra hasta que se evidencie una recuperación del stock poblacional en su área habitual”. Sugirió también un estricto control y vigilancia “para evitar que las embarcaciones transporten ejemplares menores a la talla mínima de extracción”.

En entrevista con Cutivalú, el ingeniero pesquero Jorge Zuzunaga, director general de Acuicultura del Ministerio de la Producción, señaló que “hubo una alteración del ecosistema; si bien el impacto ha sido severo, la bahía debe volver a su estado natural, por el momento vemos que se está recuperando”.

Agregó que se debe seguir investigando los factores de dicho impacto y que “es indeterminado estimar un tiempo de recuperación”.