310 familias damnificadas del campamento Pueblo Nuevo de Santa Rosa, aseguran que termine o no el período de emergencia no se irán de este espacio en donde empezarán una nueva vida.
A través de Cutivalú, el coordinador general de este campamento, Leopoldo Namuche Ramos, dijo que las familias albergadas construirán un nuevo pueblo, por lo que piden a las instituciones y al Estado que no los abandone.
Resaltó que lo más requieren es el saneamiento físico legal del espacio, pero sobre todo que el Ministerio de Vivienda asegure el abastecimiento del agua, pues la cisterna llega interdiario, y en ocasiones no alcanza para toda la población.
El dirigente lamentó además que desde hace seis meses la población no cuenta con trabajo, por lo que solicitó que el programa Trabaja Perú atienda a esta población que lo ha perdido todo.
Namuche Ramos sostuvo que también esperan la resolución que reconoce formalmente al colegio que recibe a los niños y niñas en los tres niveles de estudio. Comentó que la ministra de Educación se comprometió en emitir este documento.