Por: Nadia Agurto, coordinadora del Proyecto «Voces por la igualdad».
5 mil 327 casos de violencia contra la mujer atendidos en los CEM de la Región Piura. Estas cifras registradas por el Ministerio de la Mujer a setiembre del 2022 son preocupantes porque los casos siguen aumentando. Ante esto, La pregunta es ¿Qué está haciendo el Estado Peruano, a través de sus autoridades responsables de toma de decisiones para afrontar esta problemática social? en el caso de la Región Piura, existe un presupuesto asignado, lastimosamente aún la gestión es deficiente.
Las causas son diversas:
- Muchos funcionarios en la Región aún desconocen las herramientas con las que se cuentan para erradicar la violencia, asimismo no hay un interés por la tranversalización del enfoque de género en todas las áreas institucionales. Pese a que existe una normativa, poco se ha avanzado al respecto.
- Tenemos claro que, como sociedad, aún nos falta mucho por aprender, desaprender y comprender lo que le sucede con una víctima de violencia, se les cuestiona a las mujeres involucradas en estos casos desde todos los flancos, cuando el primer cuestionado debe ser al agresor.
En uno de los talleres que participaba como facilitadora, escuchaba lo que relataban las integrantes de la Redes de soporte cuando les ha tocado acompañar a víctimas o vivieron la violencia en carne propia: ¿Qué sucede cuando una víctima va a denunciar a la policía? El personal policial le pregunta a la víctima lo que sucedió, ella responde: “Mi esposo me pegó”, el policía le increpa: “¿Le pegó?”, la víctima reitera: “Sí, me dio un puñete”, el policía vuelve a preguntarle: “¿Está segura?, ah, pero ¿Por qué le pegó? ¿Qué le hizo usted para que él reaccione así?”.
A este tiempo un policía no puede actuar de esta manera, por ello es importante que los operadores de justicia sean los primeros que deben ser sensibilizados y contar con una buena formación desde que están estudiando en una escuela policial, para que atiendan de manera idónea a mujeres víctimas de violencia.
Asimismo, pudimos recoger el clamor de las mujeres integrantes de las redes de soporte de la región: contar con casas refugio para que las víctimas de violencia salgan del entorno del agresor y puedan restablecerse y recuperarse, incluso con sus hijos, cabe señalar que en Piura no se cuenta con una casa refugio en la actualidad. Cuestionamos, además, hasta cuándo las mujeres deben esperar que les otorgue las medidas de protección de manera diligente.
Muchas víctimas desisten de denunciar porque para realizar los trámites que esta situación involucra hay gastos económicos que se deben cubrir para los traslados de las mujeres, por lo cual un pedido común es contar con un centro integral para atención a víctimas de violencia donde se pueda encontrar servicios diferenciados durante 24 horas, tales como: un Centro de Emergencia Mujer, una Comisaría PNP, un módulo del Poder Judicial, un módulo de Fiscalía y otra defensa pública en un solo lugar.
De esta manera las mujeres víctimas de violencia podrían hacer su denuncia y hacer el seguimiento correspondiente para los casos que se presenten, esto motivaría a que las personas puedan continuar el caso y fomentar una cultura de la denuncia, buscando finalmente se le dé una sanción al agresor.
La ley 30364, aún carece de un adecuado seguimiento para el cumplimiento de la misma y quienes están llamados a realizar un adecuado trabajo de fiscalización en primer orden son las y los congresistas de la república, empero hay un brillo por su ausencia. En el caso de nuestra región, las nuevas autoridades que saldrán elegidas ¿Tendrán claro cuál será el presupuesto que necesitan para afrontar esta problemática de violencia contra la mujer en Piura? No perdamos de vista su desempeño. Tengamos presente que la violencia contra la mujer no tiene horario, necesitamos el compromiso de todas y todos para frenarla, dejemos de invisiblizarla.
