Elecciones UNP: el futuro incierto de la universidad de todos los piuranos

Oscar Altamirano, coordinador de Prensa de Cutivalú
Oscar Altamirano, coordinador de Prensa de Cutivalú

Por: Oscar Altamirano, coordinador de Prensa de Cutivalú

Para este martes 17 y miércoles 18 de junio, la Universidad Nacional de Piura (UNP) entrará en un nuevo proceso eleccionario, para decidir quién llevará las riendas del rectorado. Sin embargo, los casos de presunta corrupción vuelven a hundir a esta casa de estudios en una compleja crisis institucional, que mancha su imagen y destruye la esencia académica.

Hasta el momento, son 7 los candidatos que pretender hacerse del sillón universitario, pero los predecesores han demostrado ya un margen bastante bajo en ejecución y e inversión presupuestaria y académica, lo que debilita la confianza y quiebra el avance institucional

No olvidemos lo que los candidatos al rectorado también vienen denunciando desde un primer momento. Un comité electoral que, aparentemente, no guarda imparcialidad.

«Tenemos olvidada la calidad educativa, la investigación académica, la infraestructura universitaria desatendida, la falta de implementación de equipos y laboratorios en cada facultad»

Pero a estos casos se suma el actuar de los exrectores de la UNP, quienes no realizaron una correcta ejecución presupuestal; gastando recursos públicos sólo en sueldo de funcionarios, dejando de lado áreas y procesos vitales de esta universidad. Allí tenemos olvidada la calidad educativa, la investigación académica, la infraestructura universitaria desatendida, la falta de implementación de equipos y laboratorios en cada facultad, lo que retrasa la cobertura estudiantil.

El desempeño mismo de la universidad en manos de los mismos de siempre sólo genera mayores retrasos. Basta con revisar el presupuesto asignado a esta universidad en los último 10 años. La asignación presupuestal aumentó, pero el nivel de inversión dejó serias deficiencias, lo que impacta negativamente en el desarrollo regional, la ciencia y la investigación universitaria.

«En el año 2020, la inversión en investigación bordeó el 1%, mientras que el 2024, se designó únicamente un 0.7% en investigación científica»

En el año 2014, el presupuesto de la universidad estuvo en 190 millones de soles. Para el 2019, el presupuesto pasó a 192 millones de soles. Cinco años más, es decir, en el 2024, el presupuesto subió hasta los 243 millones de soles. A pesar de ello, la inversión en investigación a penas si superó el 2% en estos 10 años. En el año 2020, la inversión en investigación bordeó el 1%, mientras que el 2024, se designó únicamente un 0.7% en investigación científica.

Para este 2025, el Presupuesto Institucional Modificado (PIM) asciende a los 248 millones de soles. Este monto, según estimaciones de especialistas como José Luis Calle Sosa, arroja un monto de 17 mil soles por estudiante al año. Parece provechoso. Al mes, estaríamos hablando de casi 1400 soles por cada universitario. Pero esto sólo hace preguntar si realmente este monto retorna en favor de cada alumno o alumna que ingresa a esta universidad pública. La enseñanza debería ser la mejor, con equipos modernos, con profesores capacitados constantemente, con infraestructura de vanguardia. Pero la realidad sólo nos describe otro escenario.

El interés personalísimo que muestran las autoridades de la UNP deja a la comunidad universitaria atrapada en un círculo vicioso, donde el poder se utiliza para beneficio personal y no para fortalecer la universidad. La falta de transparencia y cero rendición de cuentas también son factores que no solo dañan la imagen institucional, sino que erosionan el tejido social universitario, generando desmotivación y escepticismo.

«La universidad no puede seguir siendo rehén de candidaturas cuestionadas ni de personajes que sólo quieren el poder para beneficio propio. La comunidad merece un liderazgo comprometido con la transparencia y la renovación institucional»

Estas elecciones universitarias deben ser el momento ideal para que estudiantes y catedráticos reflexionen sobre la profunda y vital responsabilidad que tienen en este proceso electoral. Deben saber identificar qué candidato busca realmente el bienestar de la UNP y quiénes solo persiguen intereses personales.

La universidad no puede seguir siendo rehén de candidaturas cuestionadas ni de personajes que sólo quieren el poder para beneficio propio. La comunidad merece un liderazgo comprometido con la transparencia y la renovación institucional. Se requiere un liderazgo que sea capaz de restaurar la confianza y garantizar una gestión limpia y responsable. Pero esto llegará, sobre todo, de una sabia y correcta decisión estudiantil.