La Defensoría del Pueblo demandó acciones inmediatas correctivas en el Centro Juvenil Miguel Grau de Piura, tras una supervisión detecto serias deficiencias en las instalaciones, tanto de infraestructura como en la seguridad, atención de la salud y alimentación de los adolescentes albergados.
En lo relacionado a la infraestructura se advirtió que la pared lateral del cerco perimétrico presenta grave riesgo de colapso y que algunas rejas no están debidamente adheridas a la estructura. En unos pabellones se constató que techos y paredes están en mal estado.
El sistema eléctrico presenta riesgo de generar corto circuito dada su antigüedad y falta de mantenimiento.
Profesionales de la Defensoría del Pueblo corroboraron información proporcionada por la Empresa Prestadora de Servicios de Saneamiento – EPS Grau – que no hay hidrantes cercanos al centro juvenil que permitan la rápida atención, de producirse un incendio.
Además, no se cuenta con una movilidad para trasladar a pacientes en casos de emergencia.
La supervisión permitió detectar que los servicios higiénicos están en mal estado y en deplorables condiciones de higiene. Situación similar se halló en el área de cocina donde había almacenado alimento con fecha de caducidad vencida y en estado descomposición, abundantes insectos, un sistema de refrigeración en mal estado y muebles deteriorados.
Es preocupante que en este centro juvenil que alberga a 137 internos, los jóvenes mayores de edad convivan con los menores de edad. A la fecha en este centro hay 116 sentenciados y 21 procesados por infracciones a la ley como robo agravado, violación sexual, homicidio y hurto.
Ante las deficiencias advertidas, la Defensoría del Pueblo exigió a la dirección del centro juvenil iniciar acciones inmediatas que permitan garantizar la integridad y salud de los internos, asimismo, emitirá la información correspondiente a la Gerencia General de Centros Juveniles.