
Con entusiasmo y compromiso, madres, padres y acompañantes de familia de estudiantes de primero, segundo y tercer año de secundaria de la I.E. 20138 participaron en una enriquecedora jornada de reflexión, como parte del proyecto “Construyendo Juntos Proyectos de Vida”, promovido por Cementos Pacasmayo y Cutivalú.
La segunda jornada de reflexión espiritual, facilitada por Isabel Timaná, del equipo de Escuelas del Perdón y la Reconciliación (ESPERE), se enfocó en profundizar el vínculo afectivo entre padres e hijos, y en cómo mejorar la comunicación en el entorno familiar. La actividad permitió que las y los participantes conecten con su historia personal, reconozcan sus emociones y descubran nuevas formas de acompañar a sus hijas e hijos adolescentes.

La primera dinámica giró en torno al recuerdo de la infancia de sus hijos e hijas, usando como símbolo un juguete. Este ejercicio ayudó a que muchas madres, padres y acompañantes de familia revivan momentos emotivos y comprendan cómo las heridas personales pueden reflejarse en la crianza. La consigna fue clara: perdonarse para educar desde el amor y no desde la culpa.
Uno de los momentos más potentes de la jornada fue cuando, en grupos, las madres comenzaron a intercambiar preguntas y experiencias. ¿Hablamos con nuestros hijos/as?, ¿de qué temas?, ¿sabemos escucharlos de verdad?, ¿qué palabras usamos para alentarlos y cuáles pueden herir sin darnos cuenta? Las voces de los/las participantes llenaron el espacio con reflexiones sinceras, algunas conmovidas, otras sorprendidas al descubrir cuánto podían aprender unas de otras. Fue un momento de sororidad y crecimiento colectivo.

La presencia del director de Radio Cutivalú también marcó un hito en la jornada. Durante su intervención, valoró la iniciativa y subrayó la importancia de que las familias participen activamente en la construcción del proyecto educativo. Además, compartió la visión que desde el medio se tiene sobre el impacto que este tipo de procesos puede generar en las nuevas generaciones.
Luego, la dinámica del espejo invitó a cada participante a observarse desde los ojos de sus propios hijos e hijas. Un ejercicio potente y revelador que llevó a muchas madres y padres a reconocerse, a ver sus luces y sombras, y a comprender que el hogar es el primer lugar donde se modela el amor, el respeto y el diálogo.

La jornada cerró con una reflexión final: lo que se siembra en casa, se cosecha en la sociedad. Y desde ese lugar, esta jornada fue un paso más hacia la construcción de hogares más sanos, presentes y conscientes.
Esta actividad se enmarca en el proyecto “Construyendo Juntos Proyectos de Vida”, que tiene como objetivo fortalecer las habilidades socioemocionales de los y las adolescentes, docentes y familias de la I.E. 20138, y continuará desarrollándose durante el año.
