Comentario || «Mujeres al frente: Marili contra las brechas de género»

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Por: Hilda Floreano, especialista comunitaria del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán

Conocí a Marili Jiménez hace menos de un año y, desde entonces, su fuerza y dedicación han dejado una profunda impresión en mí. Es madre de dos pequeños, cuidadora de su mamá y su abuela, y presidenta de la Mesa de la Mujer de Santa Catalina de Mossa. Marili personifica la resiliencia y el compromiso; y, en sus momentos libres, y no tan libres, se dedica a apoyar a mujeres víctimas de violencia de género, demostrando su liderazgo y solidaridad.

Como muchas mujeres en nuestro país, se enfrenta a la falta de oportunidades laborales. Tener una carrera profesional no garantiza tener un trabajo digno y más aún con la inestabilidad laboral que le persigue; esto ha hecho que adquiera el oficio de la repostería como respuesta a los meses de escaso empleo y la falta de responsabilidad del padre de sus hijos.

En este mes de conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, es crucial recordar las desigualdades de género que persisten en nuestra sociedad. Perú ocupa el puesto 79 de 146 países en el índice Global de la Brecha de Género (WEF,2023). Este puesto se relaciona principalmente a los menores ingresos que perciben las mujeres en relación a sus pares. El IPE, afirma que por cada S/. 100.00 soles que gana trabajando un hombre, una mujer soló percibe S/. 75.00, representando el 25% de la brecha salarial.

Marili me ha compartido su sentir acerca del trabajo no remunerado. Sean proveedoras o no de la economía de su hogar, las mujeres asumen mayoritariamente el cuidado de sus hijos/as y familiares, eso implica destinar menos horas de descanso para poder realizar las labores domésticas, solicitar ayuda a terceros cuando no hay quien los cuide a los pequeños e incrementar el gasto de alimentos para los menores en las ocasiones donde se deba trabajar horas extras.

El trabajo no remunerado, recae desproporcionadamente en las mujeres, siendo obstáculo para su participación plena en la economía.  Por ello, debemos ir más allá de reconocer estas brechas en el mercado laboral y enfocarnos en las causas que generan la desigualdad.

No basta con implementar programas temporales de empleo, es necesario entonces hablar de un Sistema Nacional de Cuidados, como un conjunto de medidas y acciones gubernamentales orientadas a garantizar el cuidado de las personas que lo necesitan (Infancias, personas con enfermedades, personas con discapacidad o con cualquier otra condición que lo necesite) que sea claro, de calidad, asequibles y accesibles; promoviendo así una redistribución de las labores de cuidado de manera más equitativa y lograr así la participación plena de las mujeres en la fuerza laboral y en la sociedad en general.

Marili, viene luchando, despertando hacia su empoderamiento y el empoderamiento de otras mujeres. Ahora es el momento de que el Estado y la sociedad en general tomemos medidas reales para apoyar a mujeres como ella y construir un futuro más equitativo para todas y todos.

Este comentario llegó gracias al proyecto: «Mujeres trabajando por la igualdad», te invitamos a seguir leyendo nuestro próximo comentario.