
Te presentaos el comentario de hoy
Por: Ortelia Valladolid Bran, coordinadora del área de Incidencia y Desarrollo de Cutivalú
La violencia es toda conducta o amenaza que se realiza de manera consciente y que causa daño físico, psicológico, sexual o económico. Se conoce como violencia de género también al maltrato que ejerce un sexo hacia el otro, que puede ser de un hombre hacia una mujer o viceversa.
En nuestro país, de 100 casos de violencia, 90 están dirigidos hacia las mujeres. Mientras, un 10% está dirigido hacia los hombres. Es decir, el rostro de la violencia de género en nuestro país, en la región Piura, tiene rostro de mujer de todas las edades, desde las adultas mayores.
El año pasado el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) reportó 304 casos de violaciones sexuales a mujeres adultas mayores. También las niñas y niños están dentro de la población que es víctima de violación sexual. Sin embargo, hay que mencionar que la mayor cantidad de violencia; es decir, el tipo de violencia que más ejerce es la violencia psicológica. A esta le sigue la violencia física, luego la violencia sexual y económica. Estos cuatro tipos de violencia se estipulan y se pretenden atender de la mejor manera en el marco de la Ley 30364.
Las causas de la violencia de género son muy estructurales, como ejemplo está la crianza con patrones de estereotipos de género. Estos patrones tienen que ver con poner a la mujer en un lugar inferior y a los hombres en un lugar superior.
Consecuencias de la violencia de género
Esta práctica de crianza desencadena en las desigualdades en educación. Es decir, las personas analfabetas son, mayormente mujeres. La violencia de género se refleja en la limitada participación de las mujeres en la educación. Es decir, todavía son las mujeres quienes tienen menos oportunidades para ir a la escuela o terminar su educación superior técnica o universitaria.
Otra consecuencia es el limitado acceso que tienen las mujeres al mercado laboral, el limitado acceso para ser propietarias de terrenos, parcelas, chacras u otros recursos naturales. La desigualdad también se evidencia en los embarazos en adolescentes, en los partos en niñas, en la trata de personas incluso que tiene rostro de mujer cuando es la finalidad de explotación sexual.
Estas son causas muy estructurales de patrones de crianza, de mitos de estereotipos de género que han puesto en un lugar inferior a las mujeres y un lugar superior a los hombres ¿Cuáles son las consecuencias? Lamentablemente son feminicidios, violaciones, hogares dañados, familias dañadas y sin una convivencia armónica.
Una con las consecuencias son las personas de muy baja autoestima, sobre todo mujeres que siguen la cadena de violencia. Estas consecuencias tienen que ver con el debido funcionamiento u operatividad de quienes ejercen la le; es decir, no tenemos una buena atención en ciertos operadores de justicia y es producto de la cultura machista.
¿Qué podemos hacer? Debemos seguir difundiendo, movilizando, sensibilizando y trabajando con mujeres para que conozcan y defiendan sus derechos. Esto les permitirá ejercer su derecho a la vocería, a participar, a levantar la mano a educarse, a tener un empleo digno.
Tenemos que trabajar con ello y también tenemos que trabajar con los hombres para que puedan convertirse en aliados contra la violencia. Necesitamos trabajar en las instituciones educativas, en la comunidad. Como institución, estamos trabajando en todos los espacios para que podamos vivir libres y sin miedo porque lo merecemos.
El comentario de hoy llegó gracias al proyecto Mujeres trabajando por la igualdad.