El último domingo, el Ejecutivo promulgó la norma que amplía el plazo hasta el 30 de diciembre del 2025, para que los docentes universitarios obtengan su grado de magíster o doctor, para dictar clases.
Esto ha generado contraposición en diferentes sectores, debido a que la Ley Universitaria, promulgada hace 10 años, exige calidad educativa en la formación académica.
Pese a ello, aún existen universidades que tienen docentes sólo con licenciatura, afectando el nivel de enseñanza que reciben los estudiantes universitarios.
RANGO ACADÉMICO
Para la catedrática Genara Castillo, doctora en Filosofía de la Universidad de Piura (UDEP), se requiere de docentes que tengan un rango académico mayor al de licenciado. Esto, con la finalidad de generar un mayor conocimiento en beneficio del estudiante.
“Si se tiene licenciatura, normalmente en ese nivel sí es importante, pero no ha creado conocimiento, no ha investigado. No tiene las técnicas para hacer como una gimnasia mental de todo lo que se ha recibido en la universidad, para cuestionarlo y ampliarlo e incrementar el saber”, sostiene la doctora Castillo.
Como docente especializada en investigación educativa, y miembro del Registro Nacional de Investigadores en Ciencia y Tecnología (REGINA), Genara Castillo manifiestó que la calidad de la enseñanza universitaria la otorga el grado de magíster y doctor.
“En las tesis de maestría y doctorado, lo que se pide es que dé un paso adelante en el incremento del saber, Eso, incrementa la calidad de la educación de una manera muy drástica, muy importante”, dijo Castillo.
CALIDAD EDUCATIVA
Por su parte, el doctor en Comunicación, Andrés Garay, y también miembro del REGINA, la responsabilidad de la calidad educativa recae en la institución. El catedrático remarcó la importancia de obtener un título universitario de alto rango, considerando la responsabilidad formativa en las aulas.
“Más que el docente o la persona que aspire a ser docente universitario, creo que depende de la institución en la que se maneje y los requisitos que se piden ahí. No es cuestión de sacar un título por sacar un título, con tal de dictar [clases]. La persona que quiera dedicarse a la docencia universitaria, debe saber que es un camino de transformación de personas”, declaró Garay.
EDUCACIÓN E INVESTIGACIÓN
Andrés Garay recalcó que la calidad educativa universitaria está ligada a la investigación, la misma que se genera en los grados de magíster y doctor.
“Depende de cada institución de cómo plantea la responsabilidad de formar profesionales. Porque los alumnos no llegan solos, detrás hay una familia, una expectativa por que el joven se forme bien. Por eso insisto: la calidad se va a garantizar en la medida en que se investigue también, porque ser docente universitario está muy vinculado a la investigación”.
UNIVERSIDADES MIENTEN
Finalmente, Genara Castillo señaló que aquellas universidades que ofrecen una formación universitaria con docentes sin un adecuado nivel, sólo están mintiendo.
“Casi todas las universidades dicen ‘aquí formamos futuros profesionales’, pero eso tiene que ser realidad. Si no, lo que están haciendo es mintiendo. Hay que apelar a los directivos de las universidades para que hagan todo lo posible para tener un profesorado de nivel. Solo así tendrán profesionales formados y de primer nivel”, precisó la doctora en Filosofía.
LEY UNIVERSITARIA
La actual Ley Universitaria se promulgó en julio del 2014. La normativa indica, en su artículo 82, que para el ejercicio de la docencia universitaria, como docente ordinario y contratado, es obligatorio poseer el grado de Maestro para la formación en el nivel de pregrado; el grado de Maestro o Doctor para maestrías y programas de especialización; y el grado de Doctor para la formación a nivel de doctorado.
Por: Oscar Altamirano