
Muy triste. Más de 80 adultos mayores han sido abandonados por sus familiares en el asilo de ancianos de Piura.
Este jueves 15 de junio se recordó el «Día mundial de la toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez». Radio Cutivalú visitó el Asilo Hermanitas de los Ancianos Desamparados.
Al llegar constatamos como muchos ancianitos celebraban esta fecha, junto a las hermanas, que día a día los acompañan ante la indiferencia y abandono no sólo de sus familiares, sino de una ingrata sociedad a la que tiempo atrás sirvieron.
La presidenta del Comité de Apoyo de este asilo, Rosa López Rojas, agradece la visita, y nos enrostra con justa razón, que si no fuera por la fecha, los medios de comunicación no recordaríamos visitar a estas personas llenas de mucho amor y sobretodo experiencia y sabiduría.
Rosa López lamenta que las autoridades también sean indiferentes con la situación del adulto mayor. “Ni el gobierno regional ni el local nos apoya”.
Mientras conversamos con Rosa, muchos viejitos nos miran con curiosidad y expectativa, otros con asombro. “Es poco común que alguien llegue a visitarlos”, nos comenta Rosa y a la vez precisa que de los 90 adultos mayores que viven en esta casa, solo el 15% es visitado por algún familiar. “Hay bastantes viejitos que esperan a sus familiares con la esperanza que algún día vendrán”.
La preocupación de quienes atienden a los ancianos también se centra en la salud de estos. Rosa señala que la mayoría de ellos necesitan ser atendidos en un establecimiento de Salud. Sin embargo, las Hermanas no se dan abasto para esa labor. Agrega que por ahora solo han iniciado la afiliación al Seguro Integral de Salud, pero lo que necesitan es personal y movilidad para trasladarlos a su atención respectiva.
Por ello, a través de Cutivalú, pidió a los profesionales de salud, solidarizarse con estas personas y venir, aunque sea una vez a la semana, para atenderlos y a la vez compartir con ellos gratos momentos.
El Asilo Hermanitas Ancianos Desamparados Piura está ubicado en la Av. Jorge Chávez Nro. 350, a espaldas del Hospital Jorge Reátegui.