En la urbanización San Bernardo, en el distrito de Castilla, los vecinos han expresado su preocupación por la obra de pistas y veredas que ejecuta la Municipalidad Distrital. El principal temor es que el nuevo nivel de la pista, más elevado, deje sus viviendas en una posición más baja, aumentando el riesgo de inundaciones durante las lluvias.
“Hemos llamado a los ingenieros para que nos expliquen cómo van a solucionar esto, porque el día que llueva se va a formar otra cuenca. Esa es la inquietud de nosotros, los vecinos”, señaló un morador.
Los residentes temen que se forme una “cuenca ciega”, como ha ocurrido en años anteriores. Recuerdan que, durante el fenómeno de El Niño, el agua llegó a superar el metro de altura dentro de sus casas, generando grandes pérdidas. También cuestionan la pendiente de la vía, pues consideran que no permite un buen desfogue del agua.
Ante estos reclamos, el ingeniero Henry Caña, subgerente de Obras de la Municipalidad de Castilla, explicó que el diseño contempla una pendiente que va de calle a calle y desemboca en la calle Las Flores. Para ello, se ha elevado la vía, modificando su rasante con una pendiente de 6 centímetros desde la progresiva 37 hasta la progresiva cero, lo que —según dijo— permitirá un correcto escurrimiento del agua.
“Hemos hecho ajustes en la inclinación y nivelación de la vía con una pendiente de seis centímetros para asegurar el drenaje y evitar estancamientos. Nos comprometemos además a realizar una prueba de inundación para ofrecer tranquilidad a los vecinos”, indicó el funcionario.
Caña anunció que, una vez culminada la obra, se realizará una prueba con cisterna para comprobar el funcionamiento del drenaje. En caso los resultados no sean favorables, la municipalidad asumirá la responsabilidad de corregir las fallas.
“Los vecinos han solicitado que se realicen pruebas. Si estas no resultan satisfactorias, nos comprometemos a solucionarlo”, afirmó.
VECINOS NO ESTAN CONFORMES
Sin embargo, pese a las explicaciones técnicas, algunos vecinos continúan inconformes. Señalan que las pruebas con cisterna no serían comparables con una lluvia real, como las que suelen afectar a la región.
“Aunque prometan pruebas, nosotros sabemos que cuando venga una verdadera lluvia el agua igual se va a empozar”, advirtió otro vecino.
