Uno de los problemas que se presenta ante el posible regreso a las escuelas a partir del 2022, es que la infraestructura de muchas instituciones educativas se encuentra en pésimas condiciones. Este es el caso del colegio N° 20788 de Pueblo Nuevo de Santa Rosa, ubicado en el km 980 de la carretera Piura – Chiclayo, donde viven los damnificados del fenómeno del Niño Costero de 2017. Esta institución alberga a más de 300 escolares de los niveles de inicial y primaria de ocho asentamientos.
El presidente de la Apafa, Leopoldo Namuche, contó que el material rústico de la institución, a base de triplay y calaminas, se encuentra deteriorado, las aulas son pequeñas, no tienen agua potable y tampoco servicios higiénicos, condiciones que imposibilitan a que los escolares puedan estudiar.
“No están dadas las condiciones para que nuestros hijos estudien. Este colegio no cuenta con cerco perimétrico y tampoco con un patio como para decir que pueden estudiar al aire libre y evitar el contagio de la Covid”, explicó Leopoldo Namuche.
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Los estudiantes son provenientes de los asentamientos Santa Rosa, Cristo Viene, Eleuterio Cisneros, Jesús de Nazareth San Martín y Túpac Amaru I,II, III. Otro de los problemas para los estudiantes es la accesibilidad puesto que muchos de ellos deben caminar hasta una hora para llegar a su colegio.
Sin energía
El padre de familia señaló que durante la pandemia los estudiantes de su localidad han tenido problemas para acceder a las clases virtuales, puesto que a cuatro años de haber sido reubicados, aún no cuentan con energía eléctrica. “Uno de los problemas de las clases virtuales es que no tenemos energía para cargar los celulares y nuestros hijos puedan estudiar de manera remota”, dijo.
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Leopoldo Namuche pidió a las autoridades atender las demandas de la población de los albergues que se encuentran en el km 980, de la carretera Piura- Chiclayo, entre las que destacan la falta de energía eléctrica, agua, alcantarillado, módulos de vivienda y vías de acceso.
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