Uno de los mayores cargamentos de aletas de tiburón de presunto origen ilegal en el Perú –25 toneladas valorizadas en US$ 630 mil y que tenía a China como destino– fue intervenido por Aduanas de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) en el Callao durante una mega operación para combatir a presuntas organizaciones dedicadas a la extracción y el tráfico de especies acuáticas en peligro de extinción.
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La operación –realizada la semana pasada por la Brigada de Operaciones Especiales (BOE) de Aduanas– descubrió varios contenedores con entre 100 y 150 sacos que tenían en su interior miles de aletas dorsales de especies que de manera preliminar han sido identificadas como pertenecientes al tiburón azul (prionace glauca) y tiburón zorro (alopius pelagicus), entre otras incluidas en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
#EXCLUSIVO Intervienen 25 toneladas de aletas de tiburón entre las que se encontraban las especies azul y zorro que iban a ser enviadas a China. Ambas especies son vulnerables, según la lista roja de la @UICN_SUR. https://t.co/nSKYhZd72j pic.twitter.com/q6q5Lqc3r4
— Ojo-Publico. com (@Ojo_Publico) December 5, 2018
El portal Ojo-Publico.com conoció que los agentes de Aduanas siguen realizando el conteo de especímenes individuales que acabaron siendo sacrificados en los mares del norte de Perú y Ecuador. La escalofriante cifra –se calcula 25 mil especímenes en base a sus aletas dorsales, según una fuente vinculada al sector– ha logrado impactar a efectivos aduaneros curtidos en la lucha contra el tráfico de drogas, el contrabando y la minería ilegal de oro.
La cifra de especímenes sacrificados podría crecer en las próximas horas cuando se concluya con la revisión total de las 25 toneladas de material intervenido en los almacenes portuarios del Callao. «El precio de esta exportación sospechosa de aletas parece poco (US$630 mil) comparado con el valor del oro, la madera y otras materias primas enviadas al extranjero, pero el daño final para la naturaleza y el ecosistema marino es invaluable», dijo uno de los responsables de las pesquisas.
La investigación ha establecido que las compañías Angaff SAC, Huiman SAC, Lamarqocha Inversiones SAC con sede en Lima; Inversiones Perú Flippers de Callao EIRL; y Marea Blue EIRL de Tumbes son dueñas de las cargas. De acuerdo a información financiera, estas empresas se crearon en los últimos cinco años y realizan importaciones desde Ecuador y exportaciones a China continental y a Hong Kong, mercados que comercializan las aletas de tiburón en el negocio gastronómico o las industrializan por sus supuestas propiedades afrodisíacas.
En la actualidad, Perú es el tercer país exportador de aletas de tiburón a nivel global y el mayor proveedor latinoamericano de este producto hacia China, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Ecuador tiene prohibida la exportación de las aletas de dicho espécimen.
Aduanas de la Sunat ha establecido que el sendero que siguen los cargamentos de aletas de tiburón inicia en Ecuador –que prohibió cualquier tipo de actividad pesquera o extractiva cuyo objetivo sea esta especie el 2007–, llega a nuestro país y acaba en el puerto del Callao o en otro de la costa norte del Perú. En estos lugares, un grupo de exportadoras locales, previa coordinación con sus proveedores, espera la carga ilícita para enviarla a su destino final en Asia.
Compañías bajo investigación
Las autoridades aduaneras establecieron que una de las compañías más grandes intervenidas es Lamarqocha Inversiones SAC, constituida el 2016 con Amadeo Sáenz Astuñaupa como gerente general, y con Xiaoou Zheng –de origen chino– y Lucila Sáenz Astuñaupa como fundadoras. Dicha exportadora ha realizado envíos a China por más de US$7 millones entre julio del 2016 y septiembre del 2018.
Otras compañías intervenidas por Aduanas fueron: Angaff Perú, creada el 2013 en Lima y que tiene como gerente a Jorge Castillo Martínez, quien también es fundador de la empresa con Brian Junior Pinto Panduro, de 24 años, la cual ha realizado envíos con destino a China por US$300 mil en el 2018.
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También Huiman S.A.C., fundada el 2016 en Lima y que tiene como gerentes a Clotilde Huiman Córdova, apoderada de la exportadora, y a su esposo Jorge Castillo Silva, realizó importaciones de Ecuador por US$350 mil y exportaciones a China por US$880 mil.
Aduanas también intervino a la compañía chalaca Inversiones Perú Flippers, creada el 2015 y que tiene como gerente y titular a Juan Quispe Huamaní. Esta empresa realizó exportaciones a Hong Kong por más de US$421 mil desde noviembre del 2016. En tanto, Marea Blue, creada el 2017 y gerenciada y de propiedad de Miguel Ángel Vera Chevez, ha realizado exportaciones a Hong Kong por US$57 mil en lo que va del 2018.
Fuentes del sector que lucha contra el tráfico de aletas de tiburón revelaron la inacción del Estado en la lucha contra las organizaciones dedicadas a la extracción y contrabando de especies acuáticas en peligro de extinción. Las entidades encargadas de articular estas acciones son la Policía Nacional, Fiscalía Especializada en Materia Ambiental y el Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (Sanipes) del Ministerio de la Producción.
Proveedores y otros sospechosos
La última operación contra estas organizaciones ocurrió en marzo pasado cuando la Sunat intervino casi dos toneladas de aletas de tiburón en Chimbote (Áncash) por delito contra especies acuáticas. Entonces, la carga –proveniente de Tumbes y contenida en 51 sacos valorizados en US$31 mil– no contaba con la documentación que acreditara su origen. El caso contra los acusados Poly Dicks Pinto Gonzales, padre de Brian Pinto Panduro, uno de los dueños de Angaff Perú; y los hermanos Jorge Roldán y María Amelia Ángulo Sánchez; ya se encuentra en el Poder Judicial.
Aduanas de la Sunat también identificó a la empresa Génesis Naomi de Tumbes como una de las proveedoras de aletas de tiburón, en el marco de sus pesquisas. La compañía, creada el 2014 y que tiene como dueño y gerente a Mario Lucio Maceda Vidal, realizó importaciones desde Ecuador por más de US$1.2 millones entre 2015 y 2016. Este personaje fue enviado a prisión luego de ser sindicado como integrante de la organización “Los Piratas de Puerto Pizarro” que opera en la zona norte del Perú.
(Fuente: Ojo Público)